C. Bosch - @carlos_bosch Eran las siete de la tarde y el autobús oficial del Valencia se acercaba lentamente a la Avenida de Suecia, hacia Mestalla. Aquella no era una tarde más, era evidente. En los aledaños del estadio valencianista había más ambiente que de costumbre. Contra todo pronóstico, esa noche habría lleno hasta la bandera. Y era contra todo pronóstico porque antes de que el colegiado decretara el inicio del partido el Valencia ya perdía 3-0 por culpa del mal partido de la ida. Sí, aquella era la tarde la remontada más gloriosa que se recuerda en Mestalla en los últimos años por no decir décadas, aquella era la tarde del 5-0 al Basilea. Era la tarde de todas las tardes.
De aquel día hay infinidad de historias desconocidas, como la del amuleto de Paco Alcácer. El delantero de Torrent fue el gran protagonista al marcar tres goles y dos de ellos los más importantes, „el que abría la lata suiza y el cuarto que certificaba la remontada„. Pues bien, como cada partido Paco se acercó a tocarle el brazo a alguien del Valencia, alguien al que considera su amuleto y al que recurre en momentos clave, «Paco, el Valencia te necesita» le dijo ´el amuleto esa noche´. Pero para historias, una historia que calibra la grandeza de un equipo de fútbol y de sus gentes, por encima de todas la historia que sirvió para que por primera vez los jugadores del Valencia, los de ahora, vivieran y sintieran en sus propias carnes de qué es capaz su afición. Algunos lo reconocieron después del encuentro una vez consumada la remontada: «No había vivido nunca nada así, en cuanto el autobús llegó a Mestalla y vi a toda la gente esperándonos me di cuenta por primera vez de que la remontada era posible. Me di cuenta de que hasta ese momento decía que creía en la remontada pero realmente no creía? fue increíble».
A menudo la historia se escribe ante las narices de los que la están protagonizando sin que ellos mismos san conscientes, y esos aficionados que de manera espontánea se acercaban a esperar la llegada del autobús del Valencia con los jugadors dentro la escribían con el corazón y en mayúsculas pero sin saberlo. Un recibimiento improvisado y desde el corazón, así de simple y profundo a la vez. Eso detectaron los futbolistas y con ese ánimo saltaron al terreno de juego. El resto del cuento ya lo saben, pero quizá no sepan que este jueves la historia amenaza con repetirse porque de nuevo las gentes del Valencia amenazan con acudir a la Avenida de Suecia, a la Plaza de la Afición como aquel jueves y como aquel 27 de abril en que el Valencia coqueteaba con el descenso y recibía a Osasuna y una enorme ´senyera´ „la de la Penya Valencianista de Benetússer„ acompañó al autobús hasta Mestalla.
Sin duda aquel gesto de la afición ha hecho mella en los jugadores de tal manera que uno de los capitanes, el portugués Ricardo Costa, asume que «en términos de actitud tenemos que ser superiores porque nos jugamos la temporada y tenemos que dejarnos todo en el campo, aunque sea sin camiseta o con expulsiones, como sea». Los futbolistas hacen ahora suyo el mensaje de la afición y hablan de dejarse la vida y la piel en el césped sabedores que toa la heróica: «Tenemos que ganar el partido por todo y dejar la agresividad dentro del campo,y que todos los aficionados, cuando termine el partido nos aplaudan. Tenemos que dar todo por el Valencia, daremos la vida en el partido...».
En el Sánchez Pizjuán ya se encargó Emery de demostrar que el fútbol es mucho más todo el empeño del mundo en querer ganar, que ´saber ganar´ importa tanto como ´querer ganar´ pero la experiencia reciente le ha demostrado al Valencia que en las grandes citas lo primero es estar convencido y por ello un mensaje corre desde el pasado viernes por la mañana en el vestuario del Valencia, uno que dice machaconamente y sin descanso «¡vamos a pasar, vamos a pasar» y que mañana jueves, poco antes del partido ante el Sevilla, poco antes de la madre de todas las batallas dirá algo así: «Nuestro sueño es Turín y los jugadores y la afición lo harán realidad. Despertaremos el viernes pensando en lo grande que es er del Valencia». Llegará el jueves por la noche, y llegará el viernes... llegará.
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