Los seguidores están hartos y volvieron a señalar a los jugadores calificándoles de "mercenarios
M.C. GALLART La afición da la espalda al equipo y explota. Mestalla presentó ayer la peor entrada que se recuerda en años. Muy pobre. Y a pesar de que ayer sí que acompañó el marcador, los seguidores despidieron a los jugadores con una sonora pitada y pañuelos. Los seguidores están cansados. Eran pocos pero se les escuchó perfectamente cuando señalaron a los futbolistas llamándoles «mercenarios» y cantando: «esta camiseta no la merecéis».
Están hartos de la mala temporada, de ver cómo su equipo no funciona, prueba de ellos que ayer no fue capaz de mostrar la superioridad que se le presupone ante el un conjunto de Segunda División B. Mestalla acabó pidiendo la hora y cabreado con sus jugadores.
El Nàstic tuvo muy cerca el empate en los últimos compases del partido, el Valencia venía de fallar un penalti, a manos de Postiga, y de hacer un partido, en general, muy flojo, así que cuando el colegiado determinó el final del encuentro, la afición explotó. Ya se habían escuchado los primeros pitos procedentes de la grada hacia Banega cuando fue sustituido, pero al finalizar el choque los seguidores, que durante los noventa minutos del choque trataron de apoyar al equipo, no aguantaron más.
Ver como el Valencia sufría para ganar, solo por un gol, al Nàstic fue duro, sobre todo después de comprobar como en los últimos minutos un equipo se Segunda División B, categoría en la que milita el filial valencianista, encerraba al Valencia en su área y hacía temer por el pase a octavos de final. Muchos aficionados, de hecho, quisieron ahorrarse este trago y no se dejaron ver por Mestalla, a pesar de que el partido era gratis „todos los de esta temporada en casa entran dentro del precio del abono„ para los socios y muy económico para el público en general. Incluso en la grada de animación eran pocos. La Curva Nord animó, como en todos los partidos, a los jugadores mientras el balón rodaba sobre el césped.
La lluvia, el horario y la mala trayectoria del Valencia no acompañaron y las gradas estaban prácticamente vacias. Se podía ver perfectamente el mosaico con el murciélago que el club ha diseñado para darle una nueva imagen a Mestalla, que disimulaba un poco la triste imagen que dejaba la grada despoblada. Los mensajes de ´Amunt´ o ´Mestalla´ se podían leer sin problemas. Los aficionados se refugiaban en las zonas donde no podían mojarse por la constante lluvia que acompañó el partido.
Los que acudieron al feudo valencianista lo hacían con la esperanza de ver una pequeña reacción del equipo, al menos en cuanto a resultado sí se consiguió, pero siguen sin convencer. Pensando en qué pasará el domingo ante el Madrid, si será posible frenar a Cristiano Ronaldo y compañía, cuando apenas habían sido capaces de plantar cara a los futbolistas del Nàstic, se marchaban los seguidores a casa tras el partido.
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