Paco Nadal
Lo que le está ocurriendo al Valencia en esta segunda vuelta y sobre todo en estos últimos partidos es de hacérselo mirar, pero con microscopio. Un equipo que se considera grande no puede ir por la liga española como va el conjunto valencianista. Lleva números de descenso. De los últimos 51 puntos posibles, sólo ha conseguido 17. Valiente cifra, ¿no les parece? Partido tras partido, de mal en peor. Cuando el aficionado piensa tras un bochornoso encuentro de su equipo que ha tocado fondo, llega el siguiente y es todavía peor. Así una jornada y otra y otra. Vamos, un verdadero desastre. Lo del domingo pasado en Málaga no tiene perdón. Ni los futbolistas, jugadores de primera división, se entiende, que no saben dar un pase al compañero que está a un metro, por ejemplo, ni el entrenador se escapan. Unos por su falta de actitud y el otro por no saber darle a sus jugadores el suficiente carácter competitivo. En la víspera Emery dijo que se trataba de una final y para jugar una final revoluciona el once con futbolistas que no han jugado, por una causa u otra, prácticamente en todo el campeonato. Que en una final, según el entrenador, el portero rival no tenga que intervenir ni una sola vez es desesperante. Ver un partido del Valencia es un verdadero castigo. Luego llega lo mejor, las declaraciones del míster. Vueltas y más vueltas para no decir nada ni asumir el fracaso. Eso sí, feliz porque el gol average lo tiene a su favor. Ver para creer. Cualquier cosa sirve.
Terminar el calvario
Mientras tanto el equipo anda de fiasco en fiasco. Quedan tres jornadas. Mantiene la tercera plaza de milagro, pero viendo cómo van las cosas y que cualquier equipo pone sobre las cuerdas al Valencia, no se las promete claras ni el más optimista. El Valencia no juega a nada y así le va. Lo mejor que le puede pasar es que este calvario termine pronto y quien tenga que ponerse manos a la obra de cara a la nueva temporada lo haga. Hay mucho trabajo por delante. Primero soltar lastre, hay sobrante, y luego pensar en hacer algo mejor de lo que hay para completar una plantilla que compita; la actual, está claro que deja mucho que desear, al menos para mí.
http://www.superdeporte.es/colaboradores/2012/04/26/fiasco-fiasco/160101.html
Terminar el calvario
Mientras tanto el equipo anda de fiasco en fiasco. Quedan tres jornadas. Mantiene la tercera plaza de milagro, pero viendo cómo van las cosas y que cualquier equipo pone sobre las cuerdas al Valencia, no se las promete claras ni el más optimista. El Valencia no juega a nada y así le va. Lo mejor que le puede pasar es que este calvario termine pronto y quien tenga que ponerse manos a la obra de cara a la nueva temporada lo haga. Hay mucho trabajo por delante. Primero soltar lastre, hay sobrante, y luego pensar en hacer algo mejor de lo que hay para completar una plantilla que compita; la actual, está claro que deja mucho que desear, al menos para mí.
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