La presión del club hacia la plantilla ha de romper el mantra de la tercera plaza. La tensión ha de ser máxima hasta el final.
Acierta este periódico conminando al valencianismo a dejar de mirar por el retrovisor. El mal ya está hecho, hay que seguir adelante. El enfrentamiento de esta noche entre el Valencia CF y el Sevilla es de una complejidad extrema. Primero porque vamos a comprobar cómo digiere la plantilla la arenga ´a la carta´ que el presidente lanzó días atrás en Benissanó en una comida fallera. Manuel Llorente, paradójicamente, pretende de sus futbolistas un cambio de actitud evidente, más allá del resultado. Aunque un ágape festivo no parezca el mejor de los caminos para reconducir voluntades descarriadas, ellos sabrán, se confiesa dispuesto a apuntar la matrícula de quien, tras mirarles a los ojos, no dé un paso adelante.
Semana ´molto longa´
Más allá del momento de forma del Sevilla, en franco ascenso por cierto, otra de las claves que complican el partido de esta noche es el caprichoso calendario. El próximo fin de semana no hay fútbol doméstico así que el período que se abre se convierte en un campo de minas. Demasiado tiempo sin balón abona el terreno a la especulación sobre esos debates que tan poco gustan en el club y su Sala Stampa. A saber, el futuro del entrenador, el baile de nombres, el balance de la plantilla, etc. Con el discurso tipo «nos quedan diez partidos de aguantarnos» —ojalá obtenga el mismo rédito que Rafa Benítez con una arenga similar— el presidente del club ha puesto la primera piedra para que la semana no se les haga demasiado larga a algunos.
El debate del tercero
Para el presidente del Valencia CF el partido de Zaragoza era más importante que el de Gelsenkirchen. El equipo hizo oídos sordos a semejante sugerencia. Esperamos que en esta ocasión haya sido más convincente. Lo de hoy, tras la cumbre de Benissanó, es una suerte de test de estrés para la plantilla. 40.000 almas estarán vigilantes esta noche para ver si indultan al equipo o le pegan fuego a la falla. Quizás ese arreón debería haberse producido antes. Porque el debate de ser tercero tiene recorrido. Esa aspiración de conseguir la tercera plaza contiene una trampa. Insistir en ella da coartada a los gandules. La presión ha de ser máxima. Como la que imprime Guardiola al Barça. Pep sabe que necesita hacer una cantidad indecente de puntos si quiere ganar la Liga porque Mourinho no hace prisioneros ni da cuartel. Al VCF le sucede algo parecido. Está obligado a lograr una cantidad indecente de puntos, de campeón de Liga. El Villarreal, aunque haya perdido la mitad de su pegada en esta segunda vuelta, no le va a regalar esa tercera plaza.
El ´caso Brito´
Con todos los respetos para Miguel Brito —quien lo conoce en profundidad asegura que es una bellísima persona pero mal asesorada— su vuelta a la disciplina del equipo parece un sarcasmo. Perorando a Mc Luhan, «el medio es el mensaje», su indulto fallero es un mal ejemplo para el resto de la plantilla. Precisamente cuando se pretende que los jugadores asuman que quedan diez finales y que se agotó el crédito para quien no dé la vida en cada partido, frivolizar con la disciplina ofrece cobertura a los listos del grupo. Que haberlos haylos.
Lo de Eufemiano
Y para acabar, no alcanzo a entender la discreta respuesta del VCF a las maledicencias de los barandas del madridismo. Ensuciar los éxitos del equipo obtenidos en buena lid en base a procedimientos extradeportivos es digno de rufianes. La reacción del club, dicho sea con todo el respeto, se nos antoja de cortos vuelos. Ellos sabrán.
http://www.superdeporte.es/colaboradores/2011/03/20/arenga-benissano/90289.html
Acierta este periódico conminando al valencianismo a dejar de mirar por el retrovisor. El mal ya está hecho, hay que seguir adelante. El enfrentamiento de esta noche entre el Valencia CF y el Sevilla es de una complejidad extrema. Primero porque vamos a comprobar cómo digiere la plantilla la arenga ´a la carta´ que el presidente lanzó días atrás en Benissanó en una comida fallera. Manuel Llorente, paradójicamente, pretende de sus futbolistas un cambio de actitud evidente, más allá del resultado. Aunque un ágape festivo no parezca el mejor de los caminos para reconducir voluntades descarriadas, ellos sabrán, se confiesa dispuesto a apuntar la matrícula de quien, tras mirarles a los ojos, no dé un paso adelante.
Semana ´molto longa´
Más allá del momento de forma del Sevilla, en franco ascenso por cierto, otra de las claves que complican el partido de esta noche es el caprichoso calendario. El próximo fin de semana no hay fútbol doméstico así que el período que se abre se convierte en un campo de minas. Demasiado tiempo sin balón abona el terreno a la especulación sobre esos debates que tan poco gustan en el club y su Sala Stampa. A saber, el futuro del entrenador, el baile de nombres, el balance de la plantilla, etc. Con el discurso tipo «nos quedan diez partidos de aguantarnos» —ojalá obtenga el mismo rédito que Rafa Benítez con una arenga similar— el presidente del club ha puesto la primera piedra para que la semana no se les haga demasiado larga a algunos.
El debate del tercero
Para el presidente del Valencia CF el partido de Zaragoza era más importante que el de Gelsenkirchen. El equipo hizo oídos sordos a semejante sugerencia. Esperamos que en esta ocasión haya sido más convincente. Lo de hoy, tras la cumbre de Benissanó, es una suerte de test de estrés para la plantilla. 40.000 almas estarán vigilantes esta noche para ver si indultan al equipo o le pegan fuego a la falla. Quizás ese arreón debería haberse producido antes. Porque el debate de ser tercero tiene recorrido. Esa aspiración de conseguir la tercera plaza contiene una trampa. Insistir en ella da coartada a los gandules. La presión ha de ser máxima. Como la que imprime Guardiola al Barça. Pep sabe que necesita hacer una cantidad indecente de puntos si quiere ganar la Liga porque Mourinho no hace prisioneros ni da cuartel. Al VCF le sucede algo parecido. Está obligado a lograr una cantidad indecente de puntos, de campeón de Liga. El Villarreal, aunque haya perdido la mitad de su pegada en esta segunda vuelta, no le va a regalar esa tercera plaza.
El ´caso Brito´
Con todos los respetos para Miguel Brito —quien lo conoce en profundidad asegura que es una bellísima persona pero mal asesorada— su vuelta a la disciplina del equipo parece un sarcasmo. Perorando a Mc Luhan, «el medio es el mensaje», su indulto fallero es un mal ejemplo para el resto de la plantilla. Precisamente cuando se pretende que los jugadores asuman que quedan diez finales y que se agotó el crédito para quien no dé la vida en cada partido, frivolizar con la disciplina ofrece cobertura a los listos del grupo. Que haberlos haylos.
Lo de Eufemiano
Y para acabar, no alcanzo a entender la discreta respuesta del VCF a las maledicencias de los barandas del madridismo. Ensuciar los éxitos del equipo obtenidos en buena lid en base a procedimientos extradeportivos es digno de rufianes. La reacción del club, dicho sea con todo el respeto, se nos antoja de cortos vuelos. Ellos sabrán.
http://www.superdeporte.es/colaboradores/2011/03/20/arenga-benissano/90289.html
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