Jérémy Mathieu se integra poco a poco entre el valencianismo y sus costumbres. Acompañado por su cicerone, Bruno Saltor, el lateral del Valencia acudió ayer al XV aniversario de la peña valencianista ´Cheste Ché´.
El francés olvidó su carácter reservado y aceptó con gusto la invitación para encender la traca de bienvenida. Lo hizo confiado, sin miedo… Pero, conforme explotaban los petardos, retrocedía con cara de susto. Flipó al lado de Bruno y, sorprendido, se tapó los oídos.
Dentro de la sede Mathieu volvió a alucinar con la ilusión de una peña fundada en 1994.El ex jugador del Toulouse se estrenó en lo de compartir y departir con los peñistas. «La gente es muy amable. En Francia no estaba acostumbrado a este tipo de actos, pero me parecen positivos para acercar el equipo a su afición», comentó.
Bruno, compañero de habitación de Jérémy, asegura que su adaptación «va mejorando». Incluso, en Cheste el galo se atrevió a escribir alguna que otra dedicatoria, eso sí, «cortitas».
El parto y una entrada perdida
Los miembros de ´Cheste Ché´, una de las peñas más jóvenes, siempre cuentan dos anécdotas inolvidables. En la final copera del diluvio de 1995 un socio se fue a animar al VCF con su esposa a punto de dar a luz.
La más recordada, la pérdida de una entrada para la final de París en el andén de la estación del Norte. Tras recorrer desesperados cada vagón, un chico les dijo: «Por las caras, esto es vuestro seguro».
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