Todavía no hay divorcio, pero existe amenaza de ruptura. Unai Emery ha comenzado a enemistarse con la afición del Valencia y el distanciamiento fue patente en el partido del sábado en Mestalla ante el Atlético de Madrid. El entrenador volvió a tropezar en la misma piedra y, como ante el Sporting, sustituyó de nuevo a uno de los jugadores más en forma, Ever Banega. Con tan mala suerte que se repitió la historia y el equipo che, después de hacer lo más difícil y remontar un marcador en contra (0-1), acabó cediendo un empate (2-2) cuando el árbitro ya miraba el reloj para señalar la conclusión del encuentro.
El cambio irritó tanto a la afición del Valencia que todas las miradas de resignación y rabia se dirigieron hacia el banquillo cuando los jugadores caminaban hacia el vestuario. Los primeros pitos contra Unai en la capital del Turia son un mal presagio para un equipo que se distancia de los primeros puestos de la clasificación (está a siete puntos de Madrid y Barça) y que necesita entrar en la próxima edición de la Champions para mantener una plantilla de primer nivel, porque esta competición asegura los ingresos económicos necesarios.
El primero en alzar la voz contra el míster fue el crack de la plantilla. Villa, contrariado por la igualada ante su Sporting, lamentó el planteamiento de los últimos minutos y advirtió de que con esa actitud no se va a ningún sitio y se repetirá la decepción de la campaña anterior. El mensaje del Guaje levantó cierto revuelo entre el cuerpo técnico durante la semana, pero parece que Emery hizo oídos sordos y repitió ante el Atlético. Aunque la directiva siempre ha respaldado a su entrenador, con Fernando Gómez como principal valedor, lo cierto es que en el consejo de administración existe preocupación por la actitud de la afición, pues entienden que, de mantenerse la mala racha de resultados, los seguidores pedirán la cabeza del técnico, con los problemas que acarrean un cambio en el banquillo comenzada la temporada.
ERRORES EN LA ZAGA Quizás todo dé un giro de 180° si Unai es capaz de corregir los problemas defensivos. El Valencia lleva nueve goles encajados en las primeras cinco jornadas de Liga, una circunstancia que no se producía desde hacía 12 años (temporada 97-98), cuando el equipo che perdió los primeros cuatro partidos del campeonato. En el centro de huracán también se encuentra Alexis, al que muchos culpan de los goles ante el Atlético, pero Emery, por el bien del grupo, prefiere no señalar a nadie.
El cambio irritó tanto a la afición del Valencia que todas las miradas de resignación y rabia se dirigieron hacia el banquillo cuando los jugadores caminaban hacia el vestuario. Los primeros pitos contra Unai en la capital del Turia son un mal presagio para un equipo que se distancia de los primeros puestos de la clasificación (está a siete puntos de Madrid y Barça) y que necesita entrar en la próxima edición de la Champions para mantener una plantilla de primer nivel, porque esta competición asegura los ingresos económicos necesarios.
El primero en alzar la voz contra el míster fue el crack de la plantilla. Villa, contrariado por la igualada ante su Sporting, lamentó el planteamiento de los últimos minutos y advirtió de que con esa actitud no se va a ningún sitio y se repetirá la decepción de la campaña anterior. El mensaje del Guaje levantó cierto revuelo entre el cuerpo técnico durante la semana, pero parece que Emery hizo oídos sordos y repitió ante el Atlético. Aunque la directiva siempre ha respaldado a su entrenador, con Fernando Gómez como principal valedor, lo cierto es que en el consejo de administración existe preocupación por la actitud de la afición, pues entienden que, de mantenerse la mala racha de resultados, los seguidores pedirán la cabeza del técnico, con los problemas que acarrean un cambio en el banquillo comenzada la temporada.
ERRORES EN LA ZAGA Quizás todo dé un giro de 180° si Unai es capaz de corregir los problemas defensivos. El Valencia lleva nueve goles encajados en las primeras cinco jornadas de Liga, una circunstancia que no se producía desde hacía 12 años (temporada 97-98), cuando el equipo che perdió los primeros cuatro partidos del campeonato. En el centro de huracán también se encuentra Alexis, al que muchos culpan de los goles ante el Atlético, pero Emery, por el bien del grupo, prefiere no señalar a nadie.
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