Don Alfredo es mucho Don Alfredo. Y cuando él opina, cuando habla de fútbol, lo que hay que hacer es callar, escuchar y aprender
El Valencia de ahora mismo, sus oficinas, son lo más parecido a una boca de metro en hora punta. En un mismo rellano coinciden unos que llegan —Rami, Alves, Parejo…— y otros que se van o están en vías de hacerlo —Moyà, David Navarro, Fernández…—. Los que llegan lo hacen con el cartel de ´gran fichaje´ —¿ustedes conocen algún fichaje que el club ´fichador´ catalogue como un refuerzo mediocre?— y a los que se van equivocadamente el VCF los ha depreciado públicamente, lo que automáticamente convierte ese traspaso en una operación de titanes. No existe comerciante en el mundo mundial que anuncie a los cuatro vientos y a voz en grito que el género que tiene puesto a la venta es un género de segunda división. Y eso es lo que ha hecho el VCF con ese montón de jugadores que no interesan y por los que pretende hacer caja. Hará caja, sí, pero probablemente será más bien una cajita enana que una cajita oronda y hermosa.
Al grano
Bueno, me dejo ya de historias propias de fenicios —supongo que ya saben todos ustedes que los fenicios eran los más hábiles comerciantes de su época— y me voy a centrar en un simple traspaso, que no ha hecho mucho ruido pero que a mí me motiva como pocos fichajes me han motivado últimamente. ¿De quién hablo? Pues hablo de ese chaval ´nacido´ en las entrañas del Real Madrid, que jugó en el Getafe y que responde al nombre de Dani Parejo. ¿Y tan importante es Parejo como para dedicarle un ´Buenos Días´ entero? Pues sí, lo es, es importante y bueno, muy bueno y además está bendecido por el tipo que más sabe de este negocio llamado fútbol. Se lo explico.
Don Alfredo
Sí, sí, el tipo ese del que digo que es el que más sabe de este negocio llamado fútbol es nada más ni nada menos que Don Alfredo Di Stéfano… presidente de honor del Real Madrid pero también historia viva del Valencia, donde nos dejó en herencia un montón de lecciones magistrales de imborrable recuerdo. Pues bien, al grano, que tengo una facilidad para despistarme que empieza a asustarme. El asunto es muy simple pero de un enorme valor para el Valencia. Alfredo, Don Alfredo, el ´crack´, La Saeta, el gran Di Stéfano dijo en su día refiriéndose a los mejores valores de la cantera madridista la siguiente perla respecto a Dani Parejo: «Ese chaval es un monstruo —pronúnciese con acento argentino—… digo de ese que maneja en el centro del campo sin levantar nunca el balón del pasto. ¿Dani Parejo? Sí, sí, el Parejo ese… no tengan dudas que ese futbolista es el mejor jugador que ha dado la cantera del Madrid en los últimos años…».
Yo me desmayo
Miren, si yo me llamara Parejo, Daniel de nombre, hubiera jugado en la cantera del Real Madrid y escuchase esas palabras en boca de Don Alfredo Di Stéfano estaría por lo menos dos o tres semanas sin pegar ojo presa de una tremenda alegría y también de una gigantesca responsabilidad. ¡Parejo bendecido y bien bendecido por Don Alfredo! Para mí ya está todo dicho. Si Di Stéfano dice eso de un futbolista convendrán conmigo que en esta oportunidad lo que toca es ponerle un diez como una casa a los responsables de semejante adquisición. ¿Y lo de depreciar a los jugadores que no cuentan? Tranquilos, tranquilos, que esa es otra historia. Cuando habla Don Alfredo desaparece todo lo demás. Cuando él habla lo que toca es callar, escuchar y aprender.
http://www.superdeporte.es/colaboradores/2011/06/16/dijo-alfredo-di-stefano/123810.html
El Valencia de ahora mismo, sus oficinas, son lo más parecido a una boca de metro en hora punta. En un mismo rellano coinciden unos que llegan —Rami, Alves, Parejo…— y otros que se van o están en vías de hacerlo —Moyà, David Navarro, Fernández…—. Los que llegan lo hacen con el cartel de ´gran fichaje´ —¿ustedes conocen algún fichaje que el club ´fichador´ catalogue como un refuerzo mediocre?— y a los que se van equivocadamente el VCF los ha depreciado públicamente, lo que automáticamente convierte ese traspaso en una operación de titanes. No existe comerciante en el mundo mundial que anuncie a los cuatro vientos y a voz en grito que el género que tiene puesto a la venta es un género de segunda división. Y eso es lo que ha hecho el VCF con ese montón de jugadores que no interesan y por los que pretende hacer caja. Hará caja, sí, pero probablemente será más bien una cajita enana que una cajita oronda y hermosa.
Al grano
Bueno, me dejo ya de historias propias de fenicios —supongo que ya saben todos ustedes que los fenicios eran los más hábiles comerciantes de su época— y me voy a centrar en un simple traspaso, que no ha hecho mucho ruido pero que a mí me motiva como pocos fichajes me han motivado últimamente. ¿De quién hablo? Pues hablo de ese chaval ´nacido´ en las entrañas del Real Madrid, que jugó en el Getafe y que responde al nombre de Dani Parejo. ¿Y tan importante es Parejo como para dedicarle un ´Buenos Días´ entero? Pues sí, lo es, es importante y bueno, muy bueno y además está bendecido por el tipo que más sabe de este negocio llamado fútbol. Se lo explico.
Don Alfredo
Sí, sí, el tipo ese del que digo que es el que más sabe de este negocio llamado fútbol es nada más ni nada menos que Don Alfredo Di Stéfano… presidente de honor del Real Madrid pero también historia viva del Valencia, donde nos dejó en herencia un montón de lecciones magistrales de imborrable recuerdo. Pues bien, al grano, que tengo una facilidad para despistarme que empieza a asustarme. El asunto es muy simple pero de un enorme valor para el Valencia. Alfredo, Don Alfredo, el ´crack´, La Saeta, el gran Di Stéfano dijo en su día refiriéndose a los mejores valores de la cantera madridista la siguiente perla respecto a Dani Parejo: «Ese chaval es un monstruo —pronúnciese con acento argentino—… digo de ese que maneja en el centro del campo sin levantar nunca el balón del pasto. ¿Dani Parejo? Sí, sí, el Parejo ese… no tengan dudas que ese futbolista es el mejor jugador que ha dado la cantera del Madrid en los últimos años…».
Yo me desmayo
Miren, si yo me llamara Parejo, Daniel de nombre, hubiera jugado en la cantera del Real Madrid y escuchase esas palabras en boca de Don Alfredo Di Stéfano estaría por lo menos dos o tres semanas sin pegar ojo presa de una tremenda alegría y también de una gigantesca responsabilidad. ¡Parejo bendecido y bien bendecido por Don Alfredo! Para mí ya está todo dicho. Si Di Stéfano dice eso de un futbolista convendrán conmigo que en esta oportunidad lo que toca es ponerle un diez como una casa a los responsables de semejante adquisición. ¿Y lo de depreciar a los jugadores que no cuentan? Tranquilos, tranquilos, que esa es otra historia. Cuando habla Don Alfredo desaparece todo lo demás. Cuando él habla lo que toca es callar, escuchar y aprender.
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