Nada que ver con la música de Melendi ni con el cliché de las películas de sicópatas. Pero sabemos qué hicisteis el último verano y de nuevo estamos a vueltas con el futuro de Mata.
La historia se repite, aunque al asturiano esta vez le han salido más novios. No sólo es el Barça y el hechizo de Guardiola, ni el supuesto interés del Madrid, que dicen incluiría a Pedro León en el negocio. Después del Europeo, el caché de los sub-21 se ha desbordado como la espuma de la cerveza mal tirada y en la puja que incluía al Chelsea y Liverpool se añade el Arsenal, que, como espera hacer caja con Cesc, aseguran que soltaría 23 millones de euros.
Un traspaso precisa cuatro circunstancias. Que uno quiera comprar, que el otro acepte vender, que el primero disponga de suficientes euros para afrontar la operación (del quiero al puedo hay un buen trecho) y que el protagonista, el jugador, admita el negocio de los otros dos.
¿Convergen todas las circunstancias? De momento el Valencia niega haber recibido oferta alguna y además Manuel Llorente niega que quiera vender. Pero eso vamos a ponerlo en cuarentena, porque el club está sobrado de Pinochos y él, precisamente, habla demasiadas veces con la boca pequeña. Además, en el contrato de Mata aparece una cláusula por la que a partir de determinada oferta (en torno a los 25 millones) el futbolista puede exigir la salida o una mejora salarial.
Se me ocurren varias preguntas del millón. ¿Se hará realidad la oferta del Arsenal (o el club que sea)? En ese caso, ¿Llorente y Braulio se pueden permitir la salida de Mata, siendo que terminan de errar en el fichaje de Gameiro y han traspasado a Joaquín? ¿La economía posibilita un desembolso para evitar la marcha? ¿En qué cajón guarda el club la venta de ilusión? Y a todo esto, ¿qué dice Mata? Él tiene la última palabra. Mientras haya un contrato, es así. Lo otro se llama especular.
http://valenciacf.lasprovincias.es/noticias/2011-06-29/mata-tiene-palabra-20110629.html
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