La realidad ha pulverizado los pronósticos. «En los tres últimos años, el endeudamiento del Valencia ha pasado de 100 a 165 millones de euros. Yo creo que en el año 2009 estaremos en torno a los 220 o 230 millones de deuda». Eso lo decía Alberto Martí a finales de 2007, cuando por entonces Juan Soler ejecutaba un ambicioso plan para el Valencia que, visto desde la actualidad, produce hasta cierto sonrojo. Ha fallado todo. Hoy en día, el Valencia se encuentra en un camino sin retorno por culpa de un endeudamiento brutal que se acerca a los 600 millones de euros.
Por eso, el primer objetivo fue el de ajustarse a la realidad. Se acabaron los excesos. Hay recortes por todos lados, desde personal hasta en los desplazamientos. El consejo ha previsto 139 millones de presupuesto, 22 menos que se habían pronosticado para el curso 2008-09 (con Soriano) que, dicho sea de paso, terminó con 59 millones en color rojo.
¿Dónde se ha metido la tijera para recortar esos 22 millones de más que tenía la temporada pasada). Tres son los puntos básicos que fundamentalmente han servido para disminuir este apartado de gastos. El primero, por ser el de mayor cuantía, se refiere al capítulo de gastos financieros. Ahora se paga menos a los bancos por intereses porque tras la ampliación de capital se produjo una inyección de 92 millones de euros. En este apartado se logra ahorrar unos 9 millones aproximadamente.
Por otra parte, el Valencia ha moderado el desembolso en fichajes (el más importante ha sido el de Moyá) y, además se ha producido un abaratamiento de la plantilla. Con las salidas de Morientes, Moretti, Edu, Angulo, Curro... el club se ha ahorrado un pellizco importante. Se calcula que se puede llegar a 6 millones en esta cuestión.
Además, no hay que olvidar que el año pasado se pagaron indemnizaciones jugosas a personal de alta dirección del club. Ahí se fue un pellizco de casi 3 millones, según apuntan desde la entidad valencianista.
Por eso, el primer objetivo fue el de ajustarse a la realidad. Se acabaron los excesos. Hay recortes por todos lados, desde personal hasta en los desplazamientos. El consejo ha previsto 139 millones de presupuesto, 22 menos que se habían pronosticado para el curso 2008-09 (con Soriano) que, dicho sea de paso, terminó con 59 millones en color rojo.
¿Dónde se ha metido la tijera para recortar esos 22 millones de más que tenía la temporada pasada). Tres son los puntos básicos que fundamentalmente han servido para disminuir este apartado de gastos. El primero, por ser el de mayor cuantía, se refiere al capítulo de gastos financieros. Ahora se paga menos a los bancos por intereses porque tras la ampliación de capital se produjo una inyección de 92 millones de euros. En este apartado se logra ahorrar unos 9 millones aproximadamente.
Por otra parte, el Valencia ha moderado el desembolso en fichajes (el más importante ha sido el de Moyá) y, además se ha producido un abaratamiento de la plantilla. Con las salidas de Morientes, Moretti, Edu, Angulo, Curro... el club se ha ahorrado un pellizco importante. Se calcula que se puede llegar a 6 millones en esta cuestión.
Además, no hay que olvidar que el año pasado se pagaron indemnizaciones jugosas a personal de alta dirección del club. Ahí se fue un pellizco de casi 3 millones, según apuntan desde la entidad valencianista.
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