ANELKA, (R. Madrid). 34,8 millones (1999)
El Arsenal volvió a hacer un negocio redondo a costa de un equipo español (Wenger le fichó del PSG por 750.000 euros). A sus 19 años, ya poseía unas condiciones espectaculares y el Madrid lo fichó por 34,8 millones de euros. Pero le falló algo básico: su carácter. Cometió graves faltas de indisciplina (faltó a entrenamientos) y nunca se implicó en el día a día del club. No le salvaron ni los dos goles decisivos que marcó en la eliminatoria de semifinales de la Liga de Campeones ante el Bayern y que permitieron al R. Madrid jugar (y ganar) la final de la máxima competición continental. El club blanco consiguió venderlo por 34,5 millones al PSG, que lo ‘repatrió’ a precio de oro. Curiosamente, su deambular por el fútbol europeo ha movido unos 115 millones de euros. Un filón para los representantes de este irregular delantero. El último traspaso, este mismo año, al Chelsea ha costado 20 millones.
WOODGATE, (R. Madrid). 22 millones (2004).
En verano de 2003 el R. Madrid desestimó el fichaje de Gabriel Milito por una supuesta rodilla maltrecha, lo que aprovechó el Zaragoza para contratarle y obtener rentabilidad deportiva y económica. Sin embargo, sólo un año después, el club blanco tiró la casa por la ventana para hacerse con los servicios de Woodgate, considerado en aquel momento como el central más prometedor del fútbol inglés. Un rosario de lesiones retrasaron un año su debut, después del cual tampoco aportó demasiado. El Madrid aún pudo venderlo al Middlesbrough por diez millones de euros, pues pese a sus interminables problemas físicos su cartel en Inglaterra seguía intacto. Y lo cierto es que el futbolista sigue moviendo dinero, pues el Tottenham de Juande Ramos acaba de pagar en el mercado de invierno también una decena de millones.
BALIC (R. Madrid). 17 millones (1999).
John B. Toshack se encaprichó de este bosnio (como el anteriormente citado Bogdanovic) del Fenerbahçe. Pero el mediapunta zurdo no cumplió con las expectativas creadas y sólo jugó 11 partidos de Liga. ¿Qué le pasó exactamente? Sus problemas físicos, los placeres de la noche madrileña o simplemente el nivel exigido en el R. Madrid son las respuestas ofrecidas por los especialistas. El ‘Rivaldo blanco’ (así le bautizaron antes de recalar en el Bernabéu) acabó jugando cedido en el Rayo Vallecano, compartiendo ataque con Bolo y Balic, lo que se prestaba a cacofonía. Después volvió a Turquía, donde su ‘estrella’ se ha apagado con el paso de los años. El Madrid, por su parte, que también fichó a Anelka esa misma temporada, encontró consuelo ganando su octava Copa de Europa en París.
LA LISTA CONTINUARA, QUIENES SERAN LOS SIGUIENTES....?
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