La primera consecuencia que tendrá la reunión del Consejo de Administración que se debe celebrar esta tarde será la salida de Miguel Zorío, actual vicepresidente primero, del Consejo de Administración y mano derecha del presidente desde hace ya más de seis años. Zorío, que según algunas versiones podría haber presentado su dimisión ya el pasado viernes, saldrá de la entidad tras el acuerdo alcanzado ayer entre el presidente, el propietario del club y el principal acreedor, Bancaja. De hecho, el propio Zorío ya comenzó a despedirse anoche vía SMS de los empleados y demás gente asociada al valencianismo.
Soriano aceptará la decisión a cambio de poder continuar en el cargo de presidente, eso sí, de forma casi testimonial.Según las condiciones que se han planteado al presidente, seguiría en el cargo, pero lo haría sin apenas poder alguno, puesto que a efectos económicos su firma dejará de tener valor y quien regirá los designios del club en esa parcela a partir de ahora será Javier Gómez, hasta ayer director general y a partir de hoy, más que posiblemente, nuevo consejero delegado. Además, en la parcela deportiva todo el poder recaerá sobre Fernando Gómez Colomer, hasta ahora vicepresidente también junto a Zorío pero que, al contrario que en el caso de este último, ha visto cómo su relación con Soriano se deterioraba hasta el punto de haber llegado a ser casi inexistente en las últimas semanas.Así, Soriano se queda ahora en la entidad con un contrato recién firmado con Mediapro para las próximas cinco temporadas por valor de 250 millones de euros pero que carece de aval alguno y que, por tanto, no garantiza ninguna línea de crédito que solucione a corto plazo los problemas económicos de la entidad: pagos a los jugadores, a la UTE, a clubes acreedores y a Hacienda. De hecho, en principio, la reunión de hoy fue convocada por Soriano para informar de esa operación al Consejo, pero todo apunta a que lo que en él acontecerá será bien distinto.



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