Amontonados alrededor de una singular máquina de una cafetería de una céntrica calle de Vitoria, Enrique Ortiz escuchaba el sábado las sugerencias del grupo de amigos que se agolpaba a su espalda mientras seguía las instrucciones para cumplimentar el proceso a través del panel táctil. La fe que mostraba en el proyecto deportivo que lidera en el Hércules aparece también en su última aventura empresarial, que le ha llevado a sentar sus posaderas en el solar de Mestalla. Esos 25.000 metros cuadrados de techo, adquiridos al precio de 2.700 euros cada uno -lo que arroja un montante cercano a los setenta millones de euros- puede que no sean los únicos que acaben en el saco de Cívica, la empresa del alicantino. Es más, la apuesta que aparece en el horizonte en un futuro a corto plazo se inclina más por aumentar la propiedad que por desprenderse de la que se ha adquirido. De hecho, dadas las cifras que se han movido en esta primera operación -el desembolso es de casi 80 sumando el iva y los gastos- nadie en su sano juicio se atreve a contemplar que el Valencia pueda hacer efectiva la opción de recompra que figura en el contrato de venta y que caduca dentro de seis meses. Asimismo, el proyecto a realizar está por definir, pero ya se desprende la intención de reducir a la mitad el número de las torres previstas inicialmente. En ese sentido, de las seis que se contemplaba construir en principio, el solar de Mestalla puede acabar acogiendo únicamente tres, lo que en la práctica redundaría en el beneficio de Ortiz dado que aumentaría su porcentaje sobre la parcela y el aprovechamiento urbanístico, al tener asegurada una. O, lo que es lo mismo: esa sexta porción comprada tras el acuerdo con Bancaja adquiere forma de tercio.Y, mientras tanto, Valencia y el Valencia CF deberán comenzar a debatir sobre el futuro del nuevo estadio. Otro de los comentarios que comienza a circular con insistencia en círculos empresariales habla de que deberá ser la Generalitat Valenciana y el Ayuntamiento de Valencia quienes se vean forzados a tomar el testigo para finalizar el Nou Mestalla. El club valencianisa ha invertido alrededor de cien millones en la instalación, cuyas obras están paradas desde el 17 de febrero por falta de liquidez para continuar con su construcción. Esa posibilidad, que poco a poco se va extendiendo, reportaría al Valencia la devolución de lo invertido -los cien millones apuntados- circunstancia que, unida a la venta de alguno de sus futbolistas destacados -Villa o Silva- más el dinero inyectado por Ortiz y por la venta de otras parcelas dejaría al club con su patrimonio reducido, pero limpio de deudas. Con todo, esto último está por llegar, si es que llega. Lo que hay hoy es un consejo del Valencia en el que quedará aprobado la venta de la sexta parte del solar sobre el que todavía se asienta el viejo Mestalla. Punto y seguido.
lunes, 30 de marzo de 2009
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