El máximo accionista del Hércules compra una parcela de Mestalla por 70 millones
El Valencia recibe, por fin, un balón de oxígeno en forma de 70 millones de euros. Cantidad que le permitirá cerrar su deuda con la plantilla - 15 millones en fichas-, y afrontar un primer pago a la UTE Fomento de Construcciones y Bertolín que permita reanudar las obras del nuevo estadio. El inesperado milagro cuajó en la mañana de ayer cuando en la sede central de Bancaja se reunieron el presidente de la entidad, José Luis Olivas, y el empresario alicantino Enrique Ortiz. Este último, máximo accionista del Hércules, tiene previsto firmar el próximo lunes la compra de una de las parcelas del viejo solar de Mestalla por una cantidad cercana a los setenta millones de euros. Algo que se anunciaría de forma oficial ese mismo día en el Consejo de Administración del Valencia.La operación, que acabó de fraguarse al mediodía de ayer, contempla la adquisición de una subparcela - distinta a la que en su día compró Juan Bautista Soler- al tiempo que el Valencia se asegura una opción de recompra. De esta forma, si el club quisiera hacer efectiva esa opción debería abonar los 70 millones que el lunes depositará Ortiz, más los intereses bancarios generados hasta el día en se haga efectiva la hipotética recompra.Un empresario «solvente»Según fuentes consultadas, la operación viene a convertirse en un préstamo que se concede con un solar como garantía. Ortiz, y otros socios que le acompañan en la operación, no descartan la compra de nuevas parcelas en un futuro inmediato. La adquisición por parte del constructor alicantino se gesta a través de Bancaja, que tiene concedidos créditos al Valencia por valor de 290 millones de euros. La entidad bancaria, que como principal acreedor impone sus condiciones, ha buscado cubrirse las espaldas en esta ocasión con un empresario de los considerados «solventes», y menos castigados por la crisis económica, para asegurar la financiación de una operación necesaria para aliviar la agonía del Valencia.Acabar de construir el nuevo estadio de la Avenida de las Cortes es una de las prioridades ahora del Valencia. Las obras llevan paralizadas un mes exacto, al no cumplirse los pagos a la UTE, con lo cual peligra la fecha para su inauguración, además de la orden que existe por parte del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat de demoler la ampliación que en su día se hizo del Mestalla.El Valencia confiaba en obtener de la venta de los terrenos donde actualmente está ubicado Mestalla unos 350 millones de euros, mientras que el nuevo estadio está presupuestado en 250 millones. Varios han sido los planes para la futura urbanización del solar del viejo campo. Los distintos proyectos han ido contemplando el cambio en el número de torres, así como distintas alturas. El último, que data de octubre de 2008, apostaba por reducir a cuatro los edificios con una altura de 16 plantas, al go que obligaría a modificar el PGOU de la zona.
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