Es una fórmula más: la venta de una parte del terciario del futuro estadio del Valencia. La destinada a la torre comercial y hotelera. El club navega en un mar de hostilidades financieras y necesita darse un respiro de manera inmediata. Los plazos le agobian. Le apremian. Por eso, antes de entrar en el camino que necesariamente desembocaría en la ley concursal, se estudian todas las posibles las alternativas.La mesa del consejero delegado del Valencia, Javier Gómez, está repleta de documentos que plasman las ideas que el club baraja para salir de la crisis. Y entre tanto papel aparece la opción y posibilidad de venta de la parcela prevista para la construcción de un hotel que lindará con el futuro recinto deportivo en la avenida de las Cortes Valencianas. Es una firme alternativa, aunque con excesivas dificultades para poder llevarla a puerto. Pero por esfuerzo no va quedar.Se trata de otra más de las recetas en las que trabaja Javier Gómez para sacar de la UVI al enfermo. Otra, como también lo es la posibilidad de afrontar una ampliación de capital, la venta de patrimonio, de derechos futuros, e incluso la aplicación de un Expediente de Regulación de Empleo. Lo que sea necesario para reflotar la economía.En su última cita, hace dos semanas, el consejo de administración blanquinegro contempló con buenos ojos la posibilidad de vender parte del terciario, aunque Gómez todavía se guarda algunos ases en la manga.Aunque la venta de la torre hotelera podría generar cerca de 70 millones de euros, para hacerla efectiva, al tratarse de suelo municipal, necesitaría previamente que el Ayuntamiento le otorgase la licencia de apertura. Eso, y así lo confirmó hace unos días el portavoz del gobierno de la ciudad, Alfonso Grau, supondría que el club valencianista presentara previamente las escrituras de 19 parcelas más 17,4 millones de euros por la permuta del solar, tal como se acordó en julio de 2007.En todos los casos que maneja el Valencia, el tiempo es el peor enemigo que tiene ante sí. Juega en su contra en cualquiera de las opciones que maneja en las negociaciones, que en muchos casos resultan complejas porque son a varias bandas.Últimamente el Valencia las ha tenido, por ejemplo, para escriturar cuanto antes los terrenos situados en los barrios de la Ciudad Fallera, Fuente de San Luis, Beniferri y Malilla para avanzar en su estrategia, consciente de que la cooperación institucional y de las entidades financieras resultará decisiva.Aparte, el club sigue buscando un inversor que esté dispuesto a adquirir las parcelas del viejo campo de Mestalla. En los últimos días especuló en la posibilidad de una venta que podría proporcionar suficiente liquidez para que el club cancelara la mayor parte de la deuda que mantiene con Bancaja y que a la vez, al comprador le permitiera en el futuro recuperar su dinero, beneficiándose de los intereses que ahora mismo están fuera de mercado.Javier Gómez no baja la guardia. Sigue negociando aquí y allá, llamando a cuantas puertas cree necesario, mientras prepara los estados financieros intermedios que la semana próxima el club debe presentar en el CSD. Cuando acabe el ejercicio y los accionistas hayan aprobado las cuentas, ya se hará en el Registro Mercantil. Lo de ahora es una cuestión menor, pero dentro del plan de viabilidad financiera, una operación relámpago como la que se pretende serviría para regatear el peligro que supone la suspensión de pagos.Bancaja, que es el principal acreedor del Valencia, está al tanto y tiene constancia de todas y cada una de las fórmulas que maneja el club para reflotar su economía. Y no ha puesto mala cara a la última posibilidad que se le ha planteado.
sábado, 28 de marzo de 2009
BANCAJA-1;VALENCIA.C.F-0
El Valencia estudia vender la torre junto al nuevo estadio para reflotar su economía
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