
Para su estreno en Mestalla Pellegrino escogió uno de los onces que más probó en los entrenamientos a puerta cerrada de Marienfeld. El frente de ataque con Guardado, Jonas y Soldado es una de las armas que el argentino lleva puliendo en lo que va de pretemporada. La única variable que queda para despejar la ecuación ofensiva es saber si será Pablo o Feghouli el hombre que cierre el cuarteto ofensivo en el debut liguero frente al Real Madrid.
El Valencia evidenció que le queda mucho camino por recorrer antes de que el vestuario muestre sobre el campo todo el manual que Pellegrino les está enseñando, en pequeñas dosis, durante la pretemporada. Pese a todo se comenzaron a ver los primeros destellos. El argentino quiere a un equipo que no renuncie a su vocación ofensiva, que tenga buen trato de balón, y que vaya suturando las heridas defensivas que han lastrado la confianza de la afición valencianista en las últimas temporadas. El gol del empate de Jonas fue un vivo ejemplo. El brasileño culminó, de fuerte cabezazo picado, una jugada ofensiva de manual que ejecutó a la perfección Andrés Guardado. El Principito tiene un auténtico guante en el pie izquierdo.
La primera parte no entrará en los anales de la historia del Trofeo Naranja. Tino Costa y Parejo volvieron a ofrecer su versión más espesa, y eso el Valencia siempre lo nota. Y no es una cuestión baladí puesto que, con Banega en el dique seco, la alternativa en la creación se reduce a ellos dos y a lo que pueda aportar Fernando Gago. Soldado dispuso de la mejor ocasión valencianista en la primera parte pero su disparo con el exterior de la pierna derecha se marchó lamiendo el palo izquierdo de Helton en el minuto 24. Unos instantes después Otamendi hizo temblar el larguero de Diego Alves.
Los portugueses se marcharon al descanso dejando claro que no estaban de vacaciones en Mestalla. Y lo demostraron a los once minutos de la reanudación. Un balón suelto fuera del área lo aprovechó Lucho González, otrora favorito en las agenda de la secretaría técnica del Valencia, para conectar un derechazo que se coló por la escuadra izquierda del meta brasileño. Inapelable. El gol del Oporto sirvió para que los hombres de Pellegrino despertaran del letargo. Jonas puso el empate dos minutos antes de ser cambiado por Viera.
Mauricio dio entrada al punta canario, junto a Bernat y Pablo Hernández, para dar más velocidad por bandas a su equipo. A los hombres de refresco se sumó, en el 76, Fernando Gago que debutó en Mestalla. El mediocentro argentino, como ocurriera en el amistoso disputado en Bielefeld el pasado miércoles, se mostró voluntarioso pero con poca gasolina acumulada en el depósito. Bernat se asoció con Pablo para intentar desnivelar el marcador y evitar que el trofeo se decidiera en la tanda de penaltis. Pero la pólvora valencianista volvió a estar más mojada que seca.
Pellegrino siguió de forma tranquila los minutos en los que su equipo intentaba, de manera infructuosa, crear fútbol. Su meditación tan sólo fue interrumpida por Xavi Tamarit. Su ayudante se incorporó por sugerir alguna idea. Mauricio la reflexionó pero no dio instrucciones. Alcácer dispuso de la última oportunidad, al filo del tiempo añadido, pero su disparo seco lo atajó sin problemas Helton. Al final, el Trofeo Naranja se decidió desde el punto de penaltis. Yallí, Alves, Gago y Parejo certificaron el triunfo.
http://valenciacf.lasprovincias.es/noticias/2012-07-29/diego-alves-endulza-estreno-20120729.html
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