Que Emery diga que el partido de turno es una final, es decisivo o el más importante de su carrera y que luego su equipo no haga nada, es ya demasiado habitual
Que Emery diga que el partido de turno es una final, es decisivo o el más importante de su carrera y que luego su equipo no haga nada, es ya demasiado habitual como para que lo convirtamos en noticia. Vale como idea o excusa para ´arrejuntar´ cuatro letras, y si acaso, llama la atención comprobar que a pesar de lo muy importante y decisivo que era el partido que su equipo jugaba en Málaga el pasado domingo, el Valencia de Emery fue incapaz de disparar a gol una sola vez.
Paciencia si conviene
No trenzar una sola jugada, salvo aquella del principio de partido en que a Pablo Piatti se le hizo de noche y de paso nos sirvió en bandeja una de las grandes metáforas de la temporada en comparación con Isco. Ahora resulta que fichamos jugadores a buen precio para tener con ellos la paciencia que no tenemos con los canteranos, ¡hay que joderse! Es uno más de los variopintos síntomas de un equipo que acumula fracaso tras fracaso desde que sus capitanes comieron con el presidente en ausencia del entrenador; dato este curioso, cuanto menos.
Excusas
Espero que esto no sirva de argumento para justificar, con los numerosos errores y horrores del pasado, los errores del presente, pero he estado unos días dándole vueltas a la neurona preguntona para llegar a la conclusión de que el problema es económico fundamentalmente... ¿Soy un listo yo, eh? No, a ver, que me explico. Lo que quiero decir es que veo al Valencia perdido, sin rumbo y casi en el lodo en lo que a planificación deportiva se refiere. No es cosa de su director deportivo —aunque mucha culpa tiene, obviamente— ni tampoco de su presidente —aunque debería marcar el rumbo a seguir—. La idea me surge después de ver al Valencia hacer el ridículo —jugadores y entrenador— tras no tirar a gol en Málaga el día que se juegan el principal objetivo de la temporada, dicho por ellos mismos. Es aquello de que piensas que para esto, mejor sentamos a la afición en un diván y le explicamos que por un tiempo y sine die se acabó eso de competir para ser campeón, se acabó eso de querer llegar a semifinales de la Champions como mínimo y se acabó eso de pensar cada verano que podemos con el Madrid y el Barcelona. Mejor hacemos un equipo con gente de la tierra, con futbolistas que aunque difícilmente nos harán campeones y a duras penas jugarán alguna temporada la Liga de Campeones, se dejarán el alma luchando por el Valencia. Luego, si algún día tenemos la suerte de juntar a cuatro o cinco buenos peloteros y a un Loco que los haga funcionar, lo mismo llegamos a una final de Copa o de Euroliga... Soy el primero que firmaría sentirme representado por mi equipo y mis jugadores a cambio de no estar en la Liga de Campeones, el problema es si es cierto que necesitamos tanto estar en la maldita competición...
http://www.superdeporte.es/carlos-bosch/2012/05/02/maldita-competicion/160609.html
Que Emery diga que el partido de turno es una final, es decisivo o el más importante de su carrera y que luego su equipo no haga nada, es ya demasiado habitual como para que lo convirtamos en noticia. Vale como idea o excusa para ´arrejuntar´ cuatro letras, y si acaso, llama la atención comprobar que a pesar de lo muy importante y decisivo que era el partido que su equipo jugaba en Málaga el pasado domingo, el Valencia de Emery fue incapaz de disparar a gol una sola vez.
Paciencia si conviene
No trenzar una sola jugada, salvo aquella del principio de partido en que a Pablo Piatti se le hizo de noche y de paso nos sirvió en bandeja una de las grandes metáforas de la temporada en comparación con Isco. Ahora resulta que fichamos jugadores a buen precio para tener con ellos la paciencia que no tenemos con los canteranos, ¡hay que joderse! Es uno más de los variopintos síntomas de un equipo que acumula fracaso tras fracaso desde que sus capitanes comieron con el presidente en ausencia del entrenador; dato este curioso, cuanto menos.
Excusas
Espero que esto no sirva de argumento para justificar, con los numerosos errores y horrores del pasado, los errores del presente, pero he estado unos días dándole vueltas a la neurona preguntona para llegar a la conclusión de que el problema es económico fundamentalmente... ¿Soy un listo yo, eh? No, a ver, que me explico. Lo que quiero decir es que veo al Valencia perdido, sin rumbo y casi en el lodo en lo que a planificación deportiva se refiere. No es cosa de su director deportivo —aunque mucha culpa tiene, obviamente— ni tampoco de su presidente —aunque debería marcar el rumbo a seguir—. La idea me surge después de ver al Valencia hacer el ridículo —jugadores y entrenador— tras no tirar a gol en Málaga el día que se juegan el principal objetivo de la temporada, dicho por ellos mismos. Es aquello de que piensas que para esto, mejor sentamos a la afición en un diván y le explicamos que por un tiempo y sine die se acabó eso de competir para ser campeón, se acabó eso de querer llegar a semifinales de la Champions como mínimo y se acabó eso de pensar cada verano que podemos con el Madrid y el Barcelona. Mejor hacemos un equipo con gente de la tierra, con futbolistas que aunque difícilmente nos harán campeones y a duras penas jugarán alguna temporada la Liga de Campeones, se dejarán el alma luchando por el Valencia. Luego, si algún día tenemos la suerte de juntar a cuatro o cinco buenos peloteros y a un Loco que los haga funcionar, lo mismo llegamos a una final de Copa o de Euroliga... Soy el primero que firmaría sentirme representado por mi equipo y mis jugadores a cambio de no estar en la Liga de Campeones, el problema es si es cierto que necesitamos tanto estar en la maldita competición...
http://www.superdeporte.es/carlos-bosch/2012/05/02/maldita-competicion/160609.html



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