Carlos Bosch
Si el Valencia se mete en la final de la Euroliga y teniendo en cuenta que ha llegado a semifinales de la Copa...
Ahora que el futuro se ve de color chulo y que parece ya por todos asumido que en la Cueva de Ali Babá perdimos el tercero puesto pero cambiamos una tendencia negativa, me atrevo a decir una cosa que ronda mi cabeza desde hace unos días. Pido de antemano un poco de comprensión por si alguno se cree que cambio de opinión dependiendo del resultado, aunque admito que dada mi manera de entender el fútbol y la vida, si el Valencia gana o pierde, me mediatiza bastante a la hora de escribir. Y el día que no sea así lo dejo.
Competir
Lo que ronda mi cabeza es que si el Valencia se mete en la final de la Euroliga, —que a poco que tengamos suerte y que los árbitros no nos roben como aquella vez que todos tenemos en mente, nos metemos en la final, —y si recordamos que en la Copa del Rey tuvo la mala suerte de caer en la peor parte del cuadro y llegó hasta semifinales —el Athletic sí tuvo la suerte de no caer por donde iban Barça y Madrid—, si termina cuarto en la Liga por detrás de, por ejemplo el Málaga de los petrodólares, ¿no es acaso una buena temporada? Recuerdo cuando Llorente dijo a principio de temporada que para esta, ser tercero no vale, y según lo veo yo, no se refería tanto a ser segundo o primero por delante del Real Madrid o Barcelona, como a competir en las otras dos competiciones y es lo que ha hecho. Sí, también es cierto que fracasó en la Champions y que terminará a más de treinta puntos del campeón.
Salida digna
Es mi opinión y la digo, pero con eso no trato de justificar la renovación de Unai Emery, más que nada porque creo que la cosa es ya fruta madura. En cambio, sí me gustaría que el técnico vasco tuviera una salida bonita de Valencia más allá de los muchos palos que mi menda lerenda le haya podido dar cada vez que el equipo que él entrena me haya dado un disgusto; la noche de Getafe sin ir más lejos. Disgustos al margen y más allá de las calenturas, Emery se merece una rueda de prensa tranquila para despedirse, explicarse y marcharse sin rencor y por la puerta grande.
Sin locuras
De la victoria de ayer hay una cosa que me pone de mala leche y es comprobar que el Valencia ha estado mucho tiempo haciendo el panoli. En cuanto se puso 1-0, el equipo arriesgó menos en defensa y se limitó a defender el resultado esperando tener una oportunidad. Y por pegada, llegó en una jugada rápida, como de contragolpe. La pregunta es... ¿de cuántos goles quería Emery ganar antes los partidos? Ayer ganó 4-1 protegiendo la portería cuando estaba con el marcador a favor... Blanco y en botella.
¿Y Paco Alcácer?
Hay cosas que se deben decir cuando el equipo gana y cuando pierde y por eso lo digo hoy. Primero toca darle la enhorabuena a Jonas porque jugó de delantero centro y abrió el partido con un gol de oportunismo. ¡Nada que objetar! Pero no me gusta que en el banquillo, en la cantera, haya un delantero centro nato y oportunista como Paco Alcácer, y pueda jugar cualquiera antes que él. Sé que Jonas no es cualquiera, pero chico, Soldado lesionado y Aduriz —imagino que cansado— pues juega el nano. Que diga el Valencia lo que le dé la gana, pero por situaciones como esta, o similares, y una detrás de otra, tomó Isco la decisión de irse —más allá del ofertón que le hizo el equipo de su tierra—.
http://www.superdeporte.es/carlos-bosch/2012/04/12/digo-grave-seria-terminar-cuarto/158772.html
Si el Valencia se mete en la final de la Euroliga y teniendo en cuenta que ha llegado a semifinales de la Copa...
Ahora que el futuro se ve de color chulo y que parece ya por todos asumido que en la Cueva de Ali Babá perdimos el tercero puesto pero cambiamos una tendencia negativa, me atrevo a decir una cosa que ronda mi cabeza desde hace unos días. Pido de antemano un poco de comprensión por si alguno se cree que cambio de opinión dependiendo del resultado, aunque admito que dada mi manera de entender el fútbol y la vida, si el Valencia gana o pierde, me mediatiza bastante a la hora de escribir. Y el día que no sea así lo dejo.
Competir
Lo que ronda mi cabeza es que si el Valencia se mete en la final de la Euroliga, —que a poco que tengamos suerte y que los árbitros no nos roben como aquella vez que todos tenemos en mente, nos metemos en la final, —y si recordamos que en la Copa del Rey tuvo la mala suerte de caer en la peor parte del cuadro y llegó hasta semifinales —el Athletic sí tuvo la suerte de no caer por donde iban Barça y Madrid—, si termina cuarto en la Liga por detrás de, por ejemplo el Málaga de los petrodólares, ¿no es acaso una buena temporada? Recuerdo cuando Llorente dijo a principio de temporada que para esta, ser tercero no vale, y según lo veo yo, no se refería tanto a ser segundo o primero por delante del Real Madrid o Barcelona, como a competir en las otras dos competiciones y es lo que ha hecho. Sí, también es cierto que fracasó en la Champions y que terminará a más de treinta puntos del campeón.
Salida digna
Es mi opinión y la digo, pero con eso no trato de justificar la renovación de Unai Emery, más que nada porque creo que la cosa es ya fruta madura. En cambio, sí me gustaría que el técnico vasco tuviera una salida bonita de Valencia más allá de los muchos palos que mi menda lerenda le haya podido dar cada vez que el equipo que él entrena me haya dado un disgusto; la noche de Getafe sin ir más lejos. Disgustos al margen y más allá de las calenturas, Emery se merece una rueda de prensa tranquila para despedirse, explicarse y marcharse sin rencor y por la puerta grande.
Sin locuras
De la victoria de ayer hay una cosa que me pone de mala leche y es comprobar que el Valencia ha estado mucho tiempo haciendo el panoli. En cuanto se puso 1-0, el equipo arriesgó menos en defensa y se limitó a defender el resultado esperando tener una oportunidad. Y por pegada, llegó en una jugada rápida, como de contragolpe. La pregunta es... ¿de cuántos goles quería Emery ganar antes los partidos? Ayer ganó 4-1 protegiendo la portería cuando estaba con el marcador a favor... Blanco y en botella.
¿Y Paco Alcácer?
Hay cosas que se deben decir cuando el equipo gana y cuando pierde y por eso lo digo hoy. Primero toca darle la enhorabuena a Jonas porque jugó de delantero centro y abrió el partido con un gol de oportunismo. ¡Nada que objetar! Pero no me gusta que en el banquillo, en la cantera, haya un delantero centro nato y oportunista como Paco Alcácer, y pueda jugar cualquiera antes que él. Sé que Jonas no es cualquiera, pero chico, Soldado lesionado y Aduriz —imagino que cansado— pues juega el nano. Que diga el Valencia lo que le dé la gana, pero por situaciones como esta, o similares, y una detrás de otra, tomó Isco la decisión de irse —más allá del ofertón que le hizo el equipo de su tierra—.
http://www.superdeporte.es/carlos-bosch/2012/04/12/digo-grave-seria-terminar-cuarto/158772.html



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