Paco Lloret
El optimismo se ha instaurado en el ambiente y el entorno y los retos inmediatos se encaran con mayor confianza
Curioso registro: cuatro victorias en Mestalla en lo que llevamos de año, y en todas, el Valencia ha marcado cuatro goles en cada encuentro saldado con triunfo. Por encima de la anécdota, se revela un dato que define la trayectoria reciente, este equipo se pasa o se queda corto, nunca se queda en la mitad, donde se dice que reside la virtud. Con el impulso moral recibido tras el empate del Bernabéu, el optimismo se ha instalado en el ambiente y los retos inmediatos se encaran con mayor confianza, lo que no deja de ser un riesgo. El Valencia ha de mantener la misma intensidad exhibida ante el Real Madrid si quiere salir airoso de los compromisos que le aguardan. La fortaleza exhibida ante el líder ha de rentabilizarse ante los próximos rivales sin excepción.
Goles de la casa
Con la nueva época inaugurada por Unai Emery en Chamartín —aunque antes ya hubo un esbozo ante el AZ holandés— hemos recuperado aquellos goles firmados con transiciones mortales que distinguieron al Valencia en épocas recientes. El segundo tanto frente al Rayo fue un claro exponente. La jugada culminada por Jordi Alba, la habrían podido firmar en sus días de gloria Angulo, Mista o Villa. La fórmula de la casa es bien sencilla: una defensa firme y salidas vertiginosas que han funcionado a las mil maravillas. Los vallecanos lo sufrieron en sus carnes.
Excelente detalle
Unai Emery se merece un fuerte aplauso por el excelente detalle que tuvo con Pablo Hernández. Si lo hubiera relevado tras el absurdo fallo cometido por el castellonense cuando el Rayo recortó diferencias, lo habría hundido en la miseria más absoluta y la grada se le hubiera echado encima. Pablo se quedó sobre el césped hasta el final y se pudo desquitar del error marcando el cuarto y poniendo la rúbrica a la goleada. Un tanto que le vino muy bien, entre otras cosas porque celebraba su cumpleaños.
Todos cuentan
Con ese espaldarazo anímico, el Valencia afronta la apasionante recta final de la temporada en una inmejorable situación. El regreso de Canales también constituye una magnífica noticia. Todos los elementos disponibles van a ser necesarios para asegurar la tercera plaza en la liga y acceder a la final continental. Cuando se instala la buena sintonía en el vestuario, los objetivos se antojan más asequibles y el entorno también se contagia de ese espíritu. Por ello, conviene deshacer el entuerto que separa al técnico de David Albelda. Ambos están obligados a remar en la misma dirección. Si el capitán discrepó de algunas decisiones del técnico, no era por echar un pulso sino porque entendía que el equipo precisaba de unos ajustes que mejoraran su rendimiento. Por otro lado, el club debe reforzar la figura de Unai Emery hasta el final de la temporada, por respeto a su figura y en interés de la entidad.
Una tregua por María
Me imagino a Vicente Bau con el chupete o el biberón en estos momentos. En honor de su hija recién nacida, le envío un mensaje de felicitación y abro un paréntesis en el litigio que hemos venido sosteniendo en torno a la importancia de la Europa League. Cuando una niña se llama María y llega a estas alturas de la vida, es que el Valencia puede proporcionar una gran satisfacción. Lo digo por propia experiencia.
http://www.superdeporte.es/colaboradores/2012/04/13/remar/158865.html
El optimismo se ha instaurado en el ambiente y el entorno y los retos inmediatos se encaran con mayor confianza
Curioso registro: cuatro victorias en Mestalla en lo que llevamos de año, y en todas, el Valencia ha marcado cuatro goles en cada encuentro saldado con triunfo. Por encima de la anécdota, se revela un dato que define la trayectoria reciente, este equipo se pasa o se queda corto, nunca se queda en la mitad, donde se dice que reside la virtud. Con el impulso moral recibido tras el empate del Bernabéu, el optimismo se ha instalado en el ambiente y los retos inmediatos se encaran con mayor confianza, lo que no deja de ser un riesgo. El Valencia ha de mantener la misma intensidad exhibida ante el Real Madrid si quiere salir airoso de los compromisos que le aguardan. La fortaleza exhibida ante el líder ha de rentabilizarse ante los próximos rivales sin excepción.
Goles de la casa
Con la nueva época inaugurada por Unai Emery en Chamartín —aunque antes ya hubo un esbozo ante el AZ holandés— hemos recuperado aquellos goles firmados con transiciones mortales que distinguieron al Valencia en épocas recientes. El segundo tanto frente al Rayo fue un claro exponente. La jugada culminada por Jordi Alba, la habrían podido firmar en sus días de gloria Angulo, Mista o Villa. La fórmula de la casa es bien sencilla: una defensa firme y salidas vertiginosas que han funcionado a las mil maravillas. Los vallecanos lo sufrieron en sus carnes.
Excelente detalle
Unai Emery se merece un fuerte aplauso por el excelente detalle que tuvo con Pablo Hernández. Si lo hubiera relevado tras el absurdo fallo cometido por el castellonense cuando el Rayo recortó diferencias, lo habría hundido en la miseria más absoluta y la grada se le hubiera echado encima. Pablo se quedó sobre el césped hasta el final y se pudo desquitar del error marcando el cuarto y poniendo la rúbrica a la goleada. Un tanto que le vino muy bien, entre otras cosas porque celebraba su cumpleaños.
Todos cuentan
Con ese espaldarazo anímico, el Valencia afronta la apasionante recta final de la temporada en una inmejorable situación. El regreso de Canales también constituye una magnífica noticia. Todos los elementos disponibles van a ser necesarios para asegurar la tercera plaza en la liga y acceder a la final continental. Cuando se instala la buena sintonía en el vestuario, los objetivos se antojan más asequibles y el entorno también se contagia de ese espíritu. Por ello, conviene deshacer el entuerto que separa al técnico de David Albelda. Ambos están obligados a remar en la misma dirección. Si el capitán discrepó de algunas decisiones del técnico, no era por echar un pulso sino porque entendía que el equipo precisaba de unos ajustes que mejoraran su rendimiento. Por otro lado, el club debe reforzar la figura de Unai Emery hasta el final de la temporada, por respeto a su figura y en interés de la entidad.
Una tregua por María
Me imagino a Vicente Bau con el chupete o el biberón en estos momentos. En honor de su hija recién nacida, le envío un mensaje de felicitación y abro un paréntesis en el litigio que hemos venido sosteniendo en torno a la importancia de la Europa League. Cuando una niña se llama María y llega a estas alturas de la vida, es que el Valencia puede proporcionar una gran satisfacción. Lo digo por propia experiencia.
http://www.superdeporte.es/colaboradores/2012/04/13/remar/158865.html
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