CÉSAR IZQUIERDO«Hacer 35 goles estaría bien». Soldado no es un futbolista de declaraciones vacías. Después de cinco días en los que ha agotado cualquier formato de titular en prensa, radio o televisión, al delantero todavía le quedaba algo por decir: «Mejorar las cifras de la temporada pasada es un buen reto, pienso que alcanzar los 35 sería un número redondo para el equipo y para mí». Roberto tenía una última perla reservada para el Valencia. Los tres goles contra Venezuela ya son pasado, ahora toca poner los cinco sentidos en el partido contra el Granada. En un fútbol donde cuesta encontrar futbolistas capaces de asumir responsabilidades y marcarse retos, Soldado piensa a lo grande.Una noche de gloria con la Selección ha servido para recuperar al Soldado más radiante: «Espero que queden goles para el domingo, el equipo los necesita y yo también». El atacante está sobrado de motivación. Si algo bueno ha tenido su intenso periplo con La Roja es que le ha servido una oportunidad ideal para recobrar una autoestima que últimamente parecía extraviada. Ahora Soldado vuela, pero sus pies no despegan del suelo. Todavía no se ve en la Eurocopa del próximo verano y tiene muy claro que estos tres próximos meses con el Valencia marcaran la temporada.
Roberto es un soñador práctico. La realidad del Valencia le obliga a ser absolutamente tenaz. La trayectoria del equipo en 2012 han puesto en peligro la tercera plaza. «No creo que haya sido por relajación ni mucho menos, lo que tenenos claro es que esa posición en Liga de Campeones hay que defenderla lo máximo posible», comentó Roberto. Rivales como Atlético o Athletic, que en la primera vuelta no han estado tan finos, han empezado mejor que el conjunto de Unai. La derrota ante el Sevilla demuestra que hay enemigos con un gran potencial. «Sabíamos que nadie nos iba a regalar nada, tenemos que recuperar esa mentalidad ganadora que el equipo tenía hace dos meses», aseveró el goleador del VCF.
Ambición inagotable
Desmarque, remate y gol. Roberto Soldado afronta el mejor momento de su carrera. Con 26 años, no ha parado de crecer desde su debut en Primera allá por 2005. Su progresión ha sido constante en sensaciones y números. Cada vez más determinante, el atacante firmó trece tantos con Osasuna durante el curso 2006/07, resistió el banquillo del Real Madrid al año siguiente y desde entonces no dejado de evolucionar. Las 20 dianas que logró en su última temporada en Getafe, quedaron obsoletas con las 25 de su estreno como blanquinegro. Con los tres goles ante Venezuela ya lleva 23, pero quiere alguno más: El reto son 35.
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