Vicente Bau
Ha vuelto. El Emery que todos conocemos regresó ante el Sevilla. Cambió todo lo que estaba funcionando bien y el Valencia perdió.
Hace tan sólo un puñadito de días —el jueves pasado sin ir más lejos— tuve un encontronazo verbal con un buen amigo por culpa de Emery. Yo defendí a capa y espada al técnico del Valencia. Le dije a mi amigo que todo el mundo tiene derecho a cambiar, a evolucionar, a mejorar en su trabajo. Y se lo dije con cierto ventajismo por mi parte: el Valencia acababa de hacer un partidazo ante el Barcelona y el planteamiento de Unai fue incluso superior al de Pep Guardiola. Pero…
«Lo ves, Vicent»
…pero el pasado sábado tuve que dar marcha atrás —con Emery creo que es la cuarta vez que me ocurre… en el fondo creo que soy bueno y en cuanto al Valencia le salen bien dos o tres cositas intento engañarme sobre el talento de nuestro entrenador— y tuve que agachar la cabeza ante el empuje de mi amigo, que no tardó ni cinco minutos en llamarme por el móvil en cuanto acabó la debacle ante el Sevilla. «Lo ves, Vicent, lo ves», me dijo con tonillo de soberbia. Y sí, lo vi. Y efectivamente mi amigo tiene razón. Lo que hizo Emery ante el Sevilla fue un disparate absoluto. ¿Lo entienden?
Mal planteamiento
Desconozco qué es lo que ocurre en la cabeza de Unai antes de un partido. A veces me sorprende para bien y otras —las más— lo suele hacer para mal. Y me da rabia. Me da rabia porque la temporada había comenzado con cierta placidez respecto a la forma de trabajar de Unai Emery. Pero eso fue sólo hasta el sábado. El sábado, en Nervión, el Valencia salió derrotado de antemano. El planteamiento inicial del técnico de Hondarribia no hay Cristo que lo entienda. Ni sus propios jugadores lo debieron entender visto lo despistados que andaban sobre el terreno de juego.
Lo que está bien
Lo que está bien no hay que tocarlo. Nunca. Si el Valencia llevaba cuatro partidos de Liga y uno de Champions jugando de una determinada manera —positiva a tenor de los resultados—, me parece un disparate supino modificar lo que funciona y desbaratar todo lo andado. A Emery le dio por inventar… y de inventor tiene poco. Un equipo que parecía bien estructurado se convirtió en un desaguisado indescriptible. Y así pasó lo que pasó. En Sevilla a Unai le dio por tener un color especial y acabó descolorido del todo. Una pena.
Llega el Chelsea
Bien, voy a seguir siendo generoso con Emery y voy a pensar que lo sucedido en Sevilla fue sólo un accidente. Prefiero centrarme en la visita del Chelsea y confiar que ante los de Mata a Unai le dé por recuperar el raciocinio. Más que nada porque si ante el Chelsea plantea el mismo partido que frente al Sevilla, es posible que hasta tengamos que despedirnos de la Champions. Y eso serían palabras mayores. Así pues, míster, a rectificar que es de sabios.
http://www.superdeporte.es/colaboradores/2011/09/26/unai-color-especial/123810.html
Ha vuelto. El Emery que todos conocemos regresó ante el Sevilla. Cambió todo lo que estaba funcionando bien y el Valencia perdió.
Hace tan sólo un puñadito de días —el jueves pasado sin ir más lejos— tuve un encontronazo verbal con un buen amigo por culpa de Emery. Yo defendí a capa y espada al técnico del Valencia. Le dije a mi amigo que todo el mundo tiene derecho a cambiar, a evolucionar, a mejorar en su trabajo. Y se lo dije con cierto ventajismo por mi parte: el Valencia acababa de hacer un partidazo ante el Barcelona y el planteamiento de Unai fue incluso superior al de Pep Guardiola. Pero…
«Lo ves, Vicent»
…pero el pasado sábado tuve que dar marcha atrás —con Emery creo que es la cuarta vez que me ocurre… en el fondo creo que soy bueno y en cuanto al Valencia le salen bien dos o tres cositas intento engañarme sobre el talento de nuestro entrenador— y tuve que agachar la cabeza ante el empuje de mi amigo, que no tardó ni cinco minutos en llamarme por el móvil en cuanto acabó la debacle ante el Sevilla. «Lo ves, Vicent, lo ves», me dijo con tonillo de soberbia. Y sí, lo vi. Y efectivamente mi amigo tiene razón. Lo que hizo Emery ante el Sevilla fue un disparate absoluto. ¿Lo entienden?
Mal planteamiento
Desconozco qué es lo que ocurre en la cabeza de Unai antes de un partido. A veces me sorprende para bien y otras —las más— lo suele hacer para mal. Y me da rabia. Me da rabia porque la temporada había comenzado con cierta placidez respecto a la forma de trabajar de Unai Emery. Pero eso fue sólo hasta el sábado. El sábado, en Nervión, el Valencia salió derrotado de antemano. El planteamiento inicial del técnico de Hondarribia no hay Cristo que lo entienda. Ni sus propios jugadores lo debieron entender visto lo despistados que andaban sobre el terreno de juego.
Lo que está bien
Lo que está bien no hay que tocarlo. Nunca. Si el Valencia llevaba cuatro partidos de Liga y uno de Champions jugando de una determinada manera —positiva a tenor de los resultados—, me parece un disparate supino modificar lo que funciona y desbaratar todo lo andado. A Emery le dio por inventar… y de inventor tiene poco. Un equipo que parecía bien estructurado se convirtió en un desaguisado indescriptible. Y así pasó lo que pasó. En Sevilla a Unai le dio por tener un color especial y acabó descolorido del todo. Una pena.
Llega el Chelsea
Bien, voy a seguir siendo generoso con Emery y voy a pensar que lo sucedido en Sevilla fue sólo un accidente. Prefiero centrarme en la visita del Chelsea y confiar que ante los de Mata a Unai le dé por recuperar el raciocinio. Más que nada porque si ante el Chelsea plantea el mismo partido que frente al Sevilla, es posible que hasta tengamos que despedirnos de la Champions. Y eso serían palabras mayores. Así pues, míster, a rectificar que es de sabios.
http://www.superdeporte.es/colaboradores/2011/09/26/unai-color-especial/123810.html
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