EN BUSCA DEL ERROR AJENO

Amparo Barbeta

El Barça es una máquina perfectamente engrasada, por lo tanto, si quieres estropearla tienes que desencajar sus piezas; si la dejas trabajar, funciona sola. La frase salía ayer del vestuario del Valencia y en ella va implícita la receta para tratar de ganar al equipo de Guardiola. El grupo, si marcha, es el equipo más perfecto del continente. Por eso, la consigna que Unai Emery está lanzando al equipo es clara, como sea, hay que desactivarlo. Y en ello se trabaja. Sin el balón en sus pies, los futbolistas del Barça sufren más de lo habitual y eso es lo que tratará de conseguir el Valencia. Emery quiere que su equipo tenga la posesión y sobre todo, que sea solidario en todas las facetas y circunstancias.
Para ganar al Barça, apuntan, hay que ahogarle y robarle el balón arriba. Pero, una cosa es intentarlo y otra conseguirlo, afirma el mismo jugador.
Emery, a priori, lo tiene claro y así se lo hizo saber ayer a los jugadores. Durante el entrenamiento, el técnico trató de inculcar algunas ideas a los jugadores —cierto es que trabajó con los que no habían sido titulares contra el Sporting y, por lo tanto, los que menos opciones tienen de jugar mañana—. Con frases cortas y directas, el entrenador intentó convencer a los futbolistas que ganar es posible. Contra el Barça no vale perder el balón y quedarte parado lamentándolo, le vino a decir a un centrocampista, al que le advirtió que hay que ir a perseguir al que te lo ha robado.
«Iremos a por el Barça, con la fuerza que nos da la afición», arenga el técnico.
Hoy, en el vestuario de Mestalla —donde entrenan—, el equipo verá un DVD con un extracto de imágenes en las que se recogen algunas de la jugadas básicas del Barça. Tras el entrenamiento, y como ya es habitual, el técnico entregará un lápiz de memoria a cada jugador para que éste analice a su marcador y tenga claro qué debe hacer en cada momento —otra cosa será que los jugadores lo interioricen o lo vean —. Para seguir siendo
líderes y seguir encadenando las victorias —se lleva tres de tres—, el Valencia deberá «hacer las cosas muy bien», apunta Pablo Hernández. «El Barça no es un equipo peligroso, es peligrosísimo», advierte.
Y así lo demuestran los hechos y las estadísticas lo reiteran. El Barça es un equipo al que el Valencia no ha sido capaz de ganar en sus últimas cuatro visitas a Mestalla, ya que el último triunfo local se remonta a la victoria por 2-1 de la campaña 2006-2007
—desde entonces, se han registrado dos empates y dos victorias del equipo catalán—.
Unai Emery y Roberto Soldado, por su parte, tratarán de conseguir su primera victoria ante el Barcelona, su «bestia negra» ya que nunca han conseguido derrotarlo. El técnico se ha enfrentado hasta el momento en ocho ocasiones al Barcelona, dos en el banquillo del Almería y seis en el del Valencia, y su balance ha sido de tres empates y cinco derrotas, con cinco goles a favor y dieciséis en contra.
Soldado, que ayer trató de recuperarse del golpe que recibió en el empeine del pie derecho en el partido contra el Sporting, tiene en el Barcelona a su única asignatura pendiente en la Liga, ya que se ha enfrentado a él en siete ocasiones, de las que ha perdido en seis y en una ha empatado. El pichichi tratará de aprovechar su buen momento para batir por primera vez como local al conjunto de Guardiola.
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