A falta de un central, el Valencia ha gastado 22,5 millones y sólo ha ingresado 12,2 El club sostiene que compensará el desfase sin vender a Mata, al rebajar en un 20% el coste de la plantilla y pasando la fase de grupos de la Champions
VICENT CHILET VALENCIA El Valencia ha vuelto a convertirse en un club comprador este verano, después de que en los dos primeros años de gestión de Manuel Llorente como presidente el club se acoplara a una economía de guerra por la amenaza del concurso de acreedores y una deuda de 550 millones de euros, ahora rebajada a 368, entre otras razones, por medidas drásticas como la venta de Villa y Silva por 70 millones de euros. En la temporada pasada, y sin haber recurrido a la venta de jugadores franquicia, la entidad presentó en el cuadro de cuentas del ejercicio 2010-2011 con un superávit de 330.000 euros, que le ha permitido volver a peinar el mercado.
En esta pretemporada, el Valencia lleva gastados 22,5 millones de euros en fichajes, con los seis millones de Adil Rami (que en realidad corresponden al ejercicio anterior al ser fichado en enero), 7,5 de Pablo Piatti, seis de Dani Parejo y los tres que costó Diego Alves. Jugadores con proyección pero que han entrado en cifras que el Valencia considera que entran dentro de la lógica de un mercado "ajustado por la crisis". Por contra, se han ingresado 12,2 millones por las ventas de Isco, Joaquín y Fernandes, por seis, 4,2 y dos millones, respectivamente. El club admite un desfase momentáneo de 10 millones de euros, que se estima que podría llegar a los 18 millones cuando se firme el defensa central que precisa el técnico Unai Emery. Solo los dos grandes, Real Madrid y Barcelona, y el Málaga del jeque catarí Al-Thani han gastado más dinero que los valencianistas en este verano.
La carta de la Liga de Campeones
La fórmula del Valencia para enjugar ese balance, sin tener que recurrir además a la venta de Juan Mata -tasado en 30 millones de euros- ha consistido en la rebaja del coste total de la plantilla. El club se ha desprendido de varias fichas, rémoras de la etapa de Juan Soler, que suponían un desembolso anual de 14 millones en salarios. Del Horno, Joaquín y Manuel Fernandes, por ejemplo, rondaban los cuatro millones de euros brutos al año. En otro caso, David Albelda ha renovado por una temporada su contrato accediendo a una rebaja del 50% de su sueldo. Con todo, el Valencia estima que ha reducido una quinta parte el coste de la plantilla. No obstante, la gran carta que se guarda el Valencia para amortizar el desembolso se juega en el terreno de juego, con los ingresos que la UEFA destina a los clubes participantes en la Liga de Campeones. Si el conjunto blanquinegro supera la liguilla de la primera fase y accede a los octavos de final, el desfase de 18 millones habría quedado compensado, entre el fijo que los equipos se embolsan solo por participar en la competición (a los que se añaden los bonuspor cada partido ganado o empatado), así como los derechos de retransmisión, cuya distribución se hace en función de la importancia y el impacto del mercado televisivo de cada país. De ese modo, se cumpliría la doctrina defendida por Llorente de que "solo se gasta lo que se ingresa".
Por otro lado, el club ha acometido la regeneración económica sin tener que bajar ningún escalón en la competitividad deportiva. Después de las ventas de Villa y Silva, el equipo ha repetido clasificación en la Liga de Campeones sin tener que pasar por la fase previa, garantizando prestigio deportivo y viabilidad económica. La idea que ha seguido la secretaría técnica coordinada por Braulio Vázquez para reforzar al equipo en tiempos de crisis se ha basado en la rejuvenecimiento de la plantilla, de cara a conformar un proyecto que madure a medio plazo. La media de edad queda ahora en 23,5 años, una de las más jóvenes del campeonato.
El perfil que comparten fichajes como Parejo, Piatti, Canales o Rami es el de futbolistas jóvenes a los que se adivina una proyección segura pero que todavía no son figuras consagradas y que, si llegan a triunfar, se les puede sacar además rendimiento económico. Es un patrón de futbolista que al Valencia se le ha dado bien (como en el Piojo López o Villa), y que situaría al Valencia en un modelo de gestión parecido al de Olympique de Lyon o Ajax.
Más difícil parece que el club cumpla con la hoja de ruta trazada por la actual directiva en 2009, a la llegada de Manuel Llorente a la presidencia, por la que en el año 2013 la deuda quedaría saldada, y con las obras del nuevo estadio (todavía paradas) ya finalizadas.
http://www.levante-emv.com/deportes/2011/08/08/adios-economia-guerra/830663.html

En esta pretemporada, el Valencia lleva gastados 22,5 millones de euros en fichajes, con los seis millones de Adil Rami (que en realidad corresponden al ejercicio anterior al ser fichado en enero), 7,5 de Pablo Piatti, seis de Dani Parejo y los tres que costó Diego Alves. Jugadores con proyección pero que han entrado en cifras que el Valencia considera que entran dentro de la lógica de un mercado "ajustado por la crisis". Por contra, se han ingresado 12,2 millones por las ventas de Isco, Joaquín y Fernandes, por seis, 4,2 y dos millones, respectivamente. El club admite un desfase momentáneo de 10 millones de euros, que se estima que podría llegar a los 18 millones cuando se firme el defensa central que precisa el técnico Unai Emery. Solo los dos grandes, Real Madrid y Barcelona, y el Málaga del jeque catarí Al-Thani han gastado más dinero que los valencianistas en este verano.
La carta de la Liga de Campeones
La fórmula del Valencia para enjugar ese balance, sin tener que recurrir además a la venta de Juan Mata -tasado en 30 millones de euros- ha consistido en la rebaja del coste total de la plantilla. El club se ha desprendido de varias fichas, rémoras de la etapa de Juan Soler, que suponían un desembolso anual de 14 millones en salarios. Del Horno, Joaquín y Manuel Fernandes, por ejemplo, rondaban los cuatro millones de euros brutos al año. En otro caso, David Albelda ha renovado por una temporada su contrato accediendo a una rebaja del 50% de su sueldo. Con todo, el Valencia estima que ha reducido una quinta parte el coste de la plantilla. No obstante, la gran carta que se guarda el Valencia para amortizar el desembolso se juega en el terreno de juego, con los ingresos que la UEFA destina a los clubes participantes en la Liga de Campeones. Si el conjunto blanquinegro supera la liguilla de la primera fase y accede a los octavos de final, el desfase de 18 millones habría quedado compensado, entre el fijo que los equipos se embolsan solo por participar en la competición (a los que se añaden los bonuspor cada partido ganado o empatado), así como los derechos de retransmisión, cuya distribución se hace en función de la importancia y el impacto del mercado televisivo de cada país. De ese modo, se cumpliría la doctrina defendida por Llorente de que "solo se gasta lo que se ingresa".
Por otro lado, el club ha acometido la regeneración económica sin tener que bajar ningún escalón en la competitividad deportiva. Después de las ventas de Villa y Silva, el equipo ha repetido clasificación en la Liga de Campeones sin tener que pasar por la fase previa, garantizando prestigio deportivo y viabilidad económica. La idea que ha seguido la secretaría técnica coordinada por Braulio Vázquez para reforzar al equipo en tiempos de crisis se ha basado en la rejuvenecimiento de la plantilla, de cara a conformar un proyecto que madure a medio plazo. La media de edad queda ahora en 23,5 años, una de las más jóvenes del campeonato.
El perfil que comparten fichajes como Parejo, Piatti, Canales o Rami es el de futbolistas jóvenes a los que se adivina una proyección segura pero que todavía no son figuras consagradas y que, si llegan a triunfar, se les puede sacar además rendimiento económico. Es un patrón de futbolista que al Valencia se le ha dado bien (como en el Piojo López o Villa), y que situaría al Valencia en un modelo de gestión parecido al de Olympique de Lyon o Ajax.
Más difícil parece que el club cumpla con la hoja de ruta trazada por la actual directiva en 2009, a la llegada de Manuel Llorente a la presidencia, por la que en el año 2013 la deuda quedaría saldada, y con las obras del nuevo estadio (todavía paradas) ya finalizadas.
http://www.levante-emv.com/deportes/2011/08/08/adios-economia-guerra/830663.html
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