Puede parecer un sueño con un toque de locura. ¿Pero acaso el fútbol no es eso? Analicemos juntos las posibilidades de este sueño.
Decía ayer nuestro SUPER que el Barcelona ha renovado a Thiago ante la amenaza de Mourinho de llevárselo al Real Madrid. Buena y certera información, sin duda. Ahora bien, existe un pequeño detalle que no figura en el nuevo contrato del hijo de Mazinho con el Barcelona. Thiago ha renovado, cierto, pero esa renovación no obliga a que forme parte de la plantilla blaugrana para la próxima temporada. Y es ahí, justo ahí, donde un Valencia atrevido y menos afrancesado podría intentar la genialidad. ¿Imposible? De eso nada. Pep Guardiola quiere a un Thiago en el equipo… pero quiere a un Thiago más maduro, más futbolista, menos chupón, más hecho. ¿Y dónde puede acabar por formarse Thiago?
Muchos minutos
Pues sí, la respuesta está clara, a jugadores como Thiago —o salvando las distancias a jugadores también como Isco— se les ve desde muy pequeñitos que son diferentes a los demás. Tienen mucha clase y parece que siempre se les queda corta la categoría en la que juegan. En el caso de nuestro Isco —un galimatías que el Valencia aún no se ha atrevido a solucionar por una pizca de cobardía…¿se olvida Unai de que Busquets subió de Tercera a Primera y no acusó para nada el salto de categoría?— todo está por definir… y ya empieza a ser un poco tarde. Bueno, volviendo a Thiago, el gran hijo de Mazinho es un futbolista como la copa de un pino pero que ha jugado poquísimos partidos en Primera… le faltan minutos, muchos minutos de fajarse con defensas sin escrúpulos y, como diría Luis Aragonés, con el culo pelado.
Mata más hecho
Miren, en el otro lado de la balanza, aquí mismito, en nuestro Valencia, tenemos a un señor que se llama Juan Mata, que tiene una edad parecida a la de Thiago pero que a diferencia de él ya está curtido en mil batallas. No olvidemos que nuestro Mata —ese por el que sueña el Barcelona… ¿curioso, eh?— es todo un campeón del mundo, cosa que Thiago es posible que no lo pueda lucir en la solapa en toda su vida. A lo que iba, entre Mata y Thiago existen un par de grandes diferencias. Uno, nuestro Mata, ya está maduro para jugar en cualquier club del mundo aunque sea menos espectacular que el hijo de nuestro añorado Mazinho —¿fue fichaje de Paco Roig?—. El otro, el señor Alcántara, digo de Thiago, tiene un talento descomunal en sus botas, desprende magia… pero también desprende bisoñez por los cuatro costados. A Thiago le faltan partidos de esos catalogados como duros como el llover. Cuando los acumule y siga haciendo las genialidades que hace, podremos empezar a hablar de un futuro nuevo Messi. Antes no. Antes es una ordinariez.
¡Venga Braulio!
A Braulio le gusta más el Burdeos que el vino del Penedés. Ahora bien, la diferencia entre los caldos franceses y españoles es notoria a favor de los primeros. Pero en fútbol no. En fútbol ni hablar. En fútbol los hijos de la Masia generan el mejor caldo del mundo y entre esos caldos está un tal Thiago que, si bien ha renovado, no figura entre las preferencias de Pep Guardiola. ¡Venga Braulio! ¡Anímate! Llama a la puerta del Barcelona y promete minutos para el hijo de Mazinho. Al fin y al cabo, Mazinho también es uno de los nuestros.
Adiós Lobo
No me voy a extender mucho. La marcha de Lobo Diarte ha dejado huérfana a una de mis chapas favoritas… una de Cinzano que no paraba de marcar goles en la alfombra de mi casa. Carlos era un crack como futbolista, como cantante y como persona. A partir de hoy —por ayer—, mi vieja chapa de Cinzano será retirada del terreno de juego para rendir homenaje a un goleador como la copa de un pino. Adeu, Carlos… ¡y no olvides de llevarte contigo tu guitarra!
http://www.superdeporte.es/colaboradores/2011/07/01/le-pedimos-barca-preste-thiago/123810.html
Decía ayer nuestro SUPER que el Barcelona ha renovado a Thiago ante la amenaza de Mourinho de llevárselo al Real Madrid. Buena y certera información, sin duda. Ahora bien, existe un pequeño detalle que no figura en el nuevo contrato del hijo de Mazinho con el Barcelona. Thiago ha renovado, cierto, pero esa renovación no obliga a que forme parte de la plantilla blaugrana para la próxima temporada. Y es ahí, justo ahí, donde un Valencia atrevido y menos afrancesado podría intentar la genialidad. ¿Imposible? De eso nada. Pep Guardiola quiere a un Thiago en el equipo… pero quiere a un Thiago más maduro, más futbolista, menos chupón, más hecho. ¿Y dónde puede acabar por formarse Thiago?
Muchos minutos
Pues sí, la respuesta está clara, a jugadores como Thiago —o salvando las distancias a jugadores también como Isco— se les ve desde muy pequeñitos que son diferentes a los demás. Tienen mucha clase y parece que siempre se les queda corta la categoría en la que juegan. En el caso de nuestro Isco —un galimatías que el Valencia aún no se ha atrevido a solucionar por una pizca de cobardía…¿se olvida Unai de que Busquets subió de Tercera a Primera y no acusó para nada el salto de categoría?— todo está por definir… y ya empieza a ser un poco tarde. Bueno, volviendo a Thiago, el gran hijo de Mazinho es un futbolista como la copa de un pino pero que ha jugado poquísimos partidos en Primera… le faltan minutos, muchos minutos de fajarse con defensas sin escrúpulos y, como diría Luis Aragonés, con el culo pelado.
Mata más hecho
Miren, en el otro lado de la balanza, aquí mismito, en nuestro Valencia, tenemos a un señor que se llama Juan Mata, que tiene una edad parecida a la de Thiago pero que a diferencia de él ya está curtido en mil batallas. No olvidemos que nuestro Mata —ese por el que sueña el Barcelona… ¿curioso, eh?— es todo un campeón del mundo, cosa que Thiago es posible que no lo pueda lucir en la solapa en toda su vida. A lo que iba, entre Mata y Thiago existen un par de grandes diferencias. Uno, nuestro Mata, ya está maduro para jugar en cualquier club del mundo aunque sea menos espectacular que el hijo de nuestro añorado Mazinho —¿fue fichaje de Paco Roig?—. El otro, el señor Alcántara, digo de Thiago, tiene un talento descomunal en sus botas, desprende magia… pero también desprende bisoñez por los cuatro costados. A Thiago le faltan partidos de esos catalogados como duros como el llover. Cuando los acumule y siga haciendo las genialidades que hace, podremos empezar a hablar de un futuro nuevo Messi. Antes no. Antes es una ordinariez.
¡Venga Braulio!
A Braulio le gusta más el Burdeos que el vino del Penedés. Ahora bien, la diferencia entre los caldos franceses y españoles es notoria a favor de los primeros. Pero en fútbol no. En fútbol ni hablar. En fútbol los hijos de la Masia generan el mejor caldo del mundo y entre esos caldos está un tal Thiago que, si bien ha renovado, no figura entre las preferencias de Pep Guardiola. ¡Venga Braulio! ¡Anímate! Llama a la puerta del Barcelona y promete minutos para el hijo de Mazinho. Al fin y al cabo, Mazinho también es uno de los nuestros.
Adiós Lobo
No me voy a extender mucho. La marcha de Lobo Diarte ha dejado huérfana a una de mis chapas favoritas… una de Cinzano que no paraba de marcar goles en la alfombra de mi casa. Carlos era un crack como futbolista, como cantante y como persona. A partir de hoy —por ayer—, mi vieja chapa de Cinzano será retirada del terreno de juego para rendir homenaje a un goleador como la copa de un pino. Adeu, Carlos… ¡y no olvides de llevarte contigo tu guitarra!
http://www.superdeporte.es/colaboradores/2011/07/01/le-pedimos-barca-preste-thiago/123810.html
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