ANTONIO BADILLO | .-
El respeto es un patrimonio que cuesta mucho tiempo afianzar y muy poco dilapidar. El Valencia se lo ganó con denuedo, apoyado en años de éxitos deportivos y gestión económica responsable, pero acabó regalándolo y ahora hay que afanarse en reconstruir aquella volatilizada imagen.
Cada día plantea una batalla por arañar terreno perdido, y para salir victorioso no se debe tolerar ofensas como las vividas en el mercado persa del cambalache futbolístico. El niñato Gameiro abrió la espita, al rechazar a uno de los grandes de España, con plaza en Champions, para pudrirse a orillas del Sena. Una maniobra absurda, aunque admisible. Ambición y aprecio a la propia palabra son atributos que no se venden por catálogo.
Otra consideración bien distinta merecen las andanzas de ese jeque costasoleño que amenaza y no da. Que mariposea por corral ajeno, en busca de carnaza para su decrépito ejército de mercenarios, pero cuando blande la chequera desliza una mísera limosna.
Llorente no puede caer en el juego de este señorito andaluz que vive en estado de ensoñación desde que combinó danza del vientre y faralaes. Ni su singular estampa ni el abolengo que arrastra bastarán para cambiar la historia. El Málaga es el Málaga, por mucho que anhele reencarnarse en el Valencia. Ojalá se lleve a Joaquín, porque toda esta trapisonda ha desnudado la implicación del futbolista. Pero antes que pase por caja como corresponde a un jeque de verdad, de esos que compran, no expolian.
Indigna que un club menor maree a este presunto símbolo del Valencia, que se sienta capaz de marcar el tempo de la negociación e incluso fantasee con llevarse luego por las bravas a Isco. Si se transige ahora, el próximo en pensar que esto es jauja será Renan. El dinero impone su ley y hay cosas contra las que no se puede luchar. Por eso la boda de Diego López la seguimos a través de Twitter y la de Albiol la veremos en el 'Hola'. Sin embargo, urge defender la dignidad al grito de 'pobres pero honrados' mientras llegan tiempos mejores.
Entradas
No hay comentarios:
Publicar un comentario