Los viajes de Champions son diferentes. Otra historia. Nada que ver con los que realiza el Valencia en el campeonato doméstico. A Europa se apunta todo el mundo. Por eso, el vuelo que trasladó ayer al equipo iba casi al completo. En total 154 plazas cubiertas, de las que casi un centenar correspondían a seguidores.
El consejo de administración del Valencia casi hizo pleno. Excepto José Antonio García Moreno, el resto de sus componentes realizó el desplazamiento. El presidente del club, Manuel Llorente, lo hizo acompañado de su esposa, Amparo, y de Luis, el hijo pequeño del matrimonio.
En el aeropuerto de Manises, la expedición del Valencia coincidió con el tenista David Ferrer, quien aseguró que los de Emery «van a pasar a cuartos de final».
Enrique Navarro, propietario del restaurante Casa Navarro, lo verá in situ, como hizo en Glasgow. Si el Valencia pasa tendrá que cumplir con el compromiso adquirido semanas atrás de invitar a comer a la plantilla.
De lo que no hay dudas es de que en este desplazamiento la prensa acabará con cara de carretera. Ayer, aterrizaje en Düsseldorf. De allí en autocar hasta Bochum, luego a Gelsenkirchen para asistir a las ruedas de prensa y de vuelta a Bochum. Hoy, tras el partido otra vez en Gelsenkirchen, todos a Munster, desde donde saldrá el vuelo.
Lo mejor, que el viaje fue bueno, sin sobresaltos. Y a la llegada a Düsseldorf, sorpresa. Varios miembros de la peña Paiporta Che aguardaban con pancartas. Hubo fotos, saludos y buen ambiente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario