LA NOCHE MAS CARA DE MIGUEL

El futbolista acabó la noche a altas horas de la madrugada en la discoteca 'Mya' con dos compañeros.

19:20 horas. El Valencia zanja el ´caso Miguel´ con un comunicado en el que explica que se abre expediente y se aparta del equipo al futbolista. Era el final de la penúltima fiesta del portugués. De su enésimo acto de indisciplina. De la noche que le ha salido más cara desde que firmó hace cinco años. Pero ¿cómo se gestó esta decisión? ¿Qué pasó durante las horas previas al castigo? La noche del luso fue muy larga... casi tanto como el día para Llorente, Braulio y Emery.

Todo empezó en el pub Gasoil. Allí, una firma de ropa italiana había organizado una fiesta a la que asistieron, entre otros, Emery y un grupo de futbolistas de la plantilla —SUPER sólo nombra a Miguel porque es el único al que se refirió el club públicamente — entre los que estaba el luso. Tanto el técnico como la mayoría de jugadores se marcharon a casa a una hora razonable. Sin embargo, Miguel —que había llegado pasadas las 3:00— y dos de sus compañeros estiraron la fiesta en la discoteca Mya hasta altas horas de la madrugada. Una juerga que no tendría un final feliz. El luso se quedaba dormido, no aparecía por Paterna y Emery se impacientaba a medida que pasaban los minutos. Había explotado. Alrededor de las diez de la mañana se ponía en contacto con Llorente y Braulio para comunicarles el retraso del luso y, sobre todo, trasladarles su firme decisión de castigarlo. No estaba dispuesto a pasar ninguna más. No hizo falta ni esperar a la llegada del jugador a la Ciudad Deportiva. En las oficinas del club de la calle Lauria ya se había empezado a redactar su expediente disciplinario. Esta vez no había vuelta atrás. Emery iba a ser inflexible. Estaba ya harto de sus actos de indisciplina. Recientemente, un domingo justo después del partido ante el Málaga, Miguel no había llegado en condiciones al entrenamiento. En aquel momento se tapó, ahora no. Antes de que el jugador llegara a Paterna, Emery habló con algunos de los pesos pesados del vestuario. Quería saber sus opiniones sobre el asunto y decirles que esta vez no le daría otra oportunidad. Sobre todo, después de una semana con dos días de descanso con sesiones suaves, vespertinas y hasta una jornada de convivencia en la nieve. Minutos más tarde, a las 11:20 horas, el luso llegaba a las instalaciones blanquinegras en su coche. Ni siquiera saltó al césped a entrenar. Unai y Braulio se reunieron con él para pedirle explicaciones y comunicarle que sería sancionado. «Habrá castigo», decía el técnico a su salida de Paterna. Por aquel entonces, Miguel ya había abandonado Paterna. Lo hizo con un semblante sonriente y diciendo a los medios de comunicación que no había tenido «bronca» en el vestuario porque «si no no hubiera parado». Hasta se permitió el lujo de ´vacilar´ a un periodista de una televisión nacional. «¿Tú me has visto llegar tarde?».

La decisión de castigar a Miguel ya estaba tomada. Llorente y Braulio se reunieron para comer juntos y perfilar la decisión. Tras el almuerzo, Braulio regresó a las oficinas del club y Llorente le comunicó personalmente la sanción al jugador antes de que se hiciera pública a través de un comunicado oficial. El club también se puso en contacto con el resto de implicados y no se descarta que los dos compañeros de juerga de Miguel también tengan una multa interna. El Valencia se ha puesto duro e intransigente. Ya no pasará ninguna más. Exige profesionalidad.
http://www.superdeporte.es/valencia/2011/02/27/noche-cara-miguel/120710.html