Sin tiempo para ahondar en el duelo contra el Génova, Unai debe preparar la visita a Santander, donde el VCF está obligado a transmitir buenas sensaciones si no quiere encender la luz de alarma, ya que en las últimas tres comparecencias de Liga no se ha ganado. Y para el compromiso del Sardinero, el preparador de Hondarribia está contemplando la opción de juntar en el doble pivote a Albelda y Marchena para darle más consistencia a la línea de medios, aunque eso conllevaría sacrificar a Ever Banega, uno de los futbolistas que mejor rendimiento está dando en este inicio de curso. David cuajó una gran actuación el jueves ante el Génova, más allá de que no figuraba en la formación inicial desde el 17 de septiembre ante el Lille, y podría tener continuidad. Uno de los puntos que Emery quiere mejorar reside en el rendimiento del equipo lejos de Mestalla, sobre todo después de la pésima imagen ofrecida en Getafe y que significa la primera y única derrota del equipo en partido oficial esta temporada. Los males no son nuevos ya que, tal como les apuntó el entrenador a Manuel Llorente y Fernando Gómez en la reunión celebrada en las oficinas del club de hace dos semanas, si de la pasada temporada sólo se contabilizaran los partidos jugados a domicilio, el VCF habría quedado octavo en la clasificación. Unai aún no ha entrenado en el ejercicio actual con Albelda y Marchena formando el doble pivote, pero es consciente que en temporadas anteriores han jugado bastantes veces juntos y por eso no lo considera necesario, como en su día apostó por Bruno como lateral zurdo sin trabajarlo. La duda que tiene el técnico reside en saber qué rendimiento ofrecerían los cuatro futbolistas de ataque con una pareja en el eje de la línea medular de vocación defensiva, aunque Carlos esté capacitado para salir con el balón jugado sin problemas y el ´Mago´ Silva retrasaría unos metros su área de influencia para subir el esférico, restándole quizá su poderío ofensivo. En las conversaciones que ha tenido con la plantilla sobre los últimos partidos en los que no se lograron sumar los tres puntos de una tacada, Unai nunca lo achacaba al rendimiento del doble pivote compuesto por Marchena y Banega, de hecho, al presidente le insistió en que el argentino estaba siendo un jugador que estaba dando la cara en todo momento y que no consideraba conveniente quitarlo, aunque quizá arriesgaba demasiado en algunas ocasiones, suponiendo pérdidas de balón evitables en una zona del campo donde cualquier descuido se puede pagar caro. Sus dos mensajes al plantel han sido que los laterales no podían subir tanto sin vigilar su espalda y que los cuatro futbolistas de ataque se esforzaran más en defensa, aunque era consciente del esfuerzo que supone hacer 60 metros hacia delante y tener que regresar al instante, dejando mucha distancia entre líneas, de ahí que Unai se plantee ser más conservador en Santander, aunque aún no ha decidido sentar a Banega.
P. Fuster. Superdeporte.es
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