El Valencia suma una deuda aproximada de 530 millones de euros, cifra en la que se incluyen los 106 millones que se le deben: 76,5 que debe Juan Soler por un solar del viejo Mestalla y diversas cantidades correspondientes a distintos proveedores, según los números a los que ha tenido acceso Levante-EMV.
Un problema que podría agravarse tras la entrada en proceso concursal de la empresa Urbanas de Levante, propiedad de Soler y con la que adquirió la parcela. El juez podría dictaminar que el debe fuera menor y el club no tendría la posibilidad de vender como una sola pastilla la parcela de Mestalla.
A los 500 millones que debía el Valencia hace un año ahora se suman los 50 correspondientes al préstamo del empresario castellonense Eugenio Calabuig -crédito que deberá comenzar a pagarse de aquí a un año a razón de 2 millones de euros al mes- , aunque la ampliación de capital supone un alivio importante para su economía.
Aún así, la situación continúa siendo angustiosa.
La imposibilidad de vender los terrenos, por las que el club esperaba obtener 210 millones, ha cambiado radicalmente el resultado del balance de la anterior temporada. El Valencia ha pasado de obtener un superávit previsto de 140 millones a un déficit de 60 -la venta de Albiol ha reducido los 70 de pérdidas- para el prespuesto que debe ser aprobado en la Junta del próximo día 15.
Beneficios forzados
La delicada situación financiera ha obligado a los actuales gestores del club a forzar el balance de la presente temporada para así evitar que los números rojos sigan creciendo.
A los 44,5 millones de beneficios previstos por venta de jugadores, se unen los 6,6 que el Valencia espera ingresar en concepto de "otras competiciones". La entidad calcula, de esta forma, llegar prácticamente hasta la final de la Liga Europa, teniendo en cuenta que la Uefa repartirá un total de 6 millones entre los dos equipos finalistas.
La renta por taquillas, entre Liga, Copa y torneo europeo, no puede suponer un beneficio considerable. En total, el Valencia prevé unos beneficios de 8 millones para este curso. El Valencia le debe a la UTE que construye el nuevo Mestalla, formada por Bertolín y FCC Construcciones, 50 millones de euros, de los que 45 ya han vencido.
De momento, al club de Mestalla no sólo no se le exige el pago, si no que el arquitecto del coliseo, Mark Fenwick, ve factible el reinicio de las obras en los próximos meses.
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