Llorente toca a rebato. No es la primera vez que traduce en palabras el sentimiento de necesidad con el fin de alertar a jugadores y cuerpo técnico y por lo que parece no va a ser la última. Tiene claro que por avisos no va a quedar. El presidente valencianista sabe lo que hay en juego esta temporada y aprovecha cualquier concesión para machacar un mensaje cuya eficacia no aumenta con la reiteración pero, al menos, sirve para justificar futuras decisiones o acciones. Y en ese saco entra desde aumentos de sueldo hasta renovaciones de contrato.
«Al equipo le pido esfuerzo máximo. En cada partido tienen que salir con el cuchillo en la boca. En ese tema no nos vamos a mostrar débiles, el que no dé el máximo no va a tener cabida en este club», decía el presidente a TVV, precisamente 48 horas antes de que el Valencia despliegue fuerzas en Valladolid, plaza donde precisamente deberá demostrar por un lado que se ha captado la advertencia presidencial y, por otro, que la buena segunda parte del encuentro contra el Sevilla del arranque liguero no fue ni fruto de la casualidad ni como consecuencia directa de la expulsión de Kanouté.
Desde luego, dentro de unos meses y cuando la temporada esté tocando a su fin se volverán a tomar las palabras de Llorente para extraer consecuencias. De momento, lo que está claro es que nadie se atreve a titubear. Unai, por ejemplo, hablaba abiertamente hace un par de semanas -cosa que antes no hacía- de que el objetivo del Valencia era conseguir plaza de Champions. Ayer, cuando se le puso en antecedentes al técnico sobre las palabras del dirigente, Emery tiró por la vía más fácil, con cierta exageración a la hora de adjetivar el peso político de Llorente dentro de la entidad: «El presidente es el amo y señor. La exigencia es muy alta pero no sólo por que la diga él, también parte desde nosotros».
A Unai parece que no se le escapa su situación. Consciente del déficit actual que supone jugar la Europa League, está de fondo la finalización de su contrato el próximo mes de junio. Hay muchísimo en juego pues. Llorente, dándole más o menos lo que pidió dentro de las limitaciones económicas del verano, ha descargado en él toda la responsabilidad: «Es como el director general, si las cuentas no salen no se puede hacer nada», asegura.
Ahora mismo y tras cubrirse la famosa ampliación de capital, es el rendimiento deportivo la única circunstancia que puede marcar el devenir más cercano de la entidad. Y a eso no escapa el presidente, que agradece la implicación institucional: «Mi mayor miedo es perder partidos. Antes del choque con el Sevilla estuvimos comentando en el consejo esto precisamente, por eso estábamos nerviosos, por ver como el equipo jugaba ante el Sevilla».
Mientras el Valencia vaya acumulando victorias, no hay motivos de alarma. Aún así, no hay que perder de vista la delicada situación económica. Eso, por cierto, empuja a pensar en la posibilidad de contemplar traspasos de algunos cracks. Por si acaso, Llorente matiza al respecto: «No va a haber ninguna salida de ningún jugador en diciembre ni aunque llegue una oferta escandalosamente escandalosa por alguien». Otra cosa bien diferente es que Llorente maniobre una venta de cara a junio. Ya lo hizo una vez con Claudio López.
«Al equipo le pido esfuerzo máximo. En cada partido tienen que salir con el cuchillo en la boca. En ese tema no nos vamos a mostrar débiles, el que no dé el máximo no va a tener cabida en este club», decía el presidente a TVV, precisamente 48 horas antes de que el Valencia despliegue fuerzas en Valladolid, plaza donde precisamente deberá demostrar por un lado que se ha captado la advertencia presidencial y, por otro, que la buena segunda parte del encuentro contra el Sevilla del arranque liguero no fue ni fruto de la casualidad ni como consecuencia directa de la expulsión de Kanouté.
Desde luego, dentro de unos meses y cuando la temporada esté tocando a su fin se volverán a tomar las palabras de Llorente para extraer consecuencias. De momento, lo que está claro es que nadie se atreve a titubear. Unai, por ejemplo, hablaba abiertamente hace un par de semanas -cosa que antes no hacía- de que el objetivo del Valencia era conseguir plaza de Champions. Ayer, cuando se le puso en antecedentes al técnico sobre las palabras del dirigente, Emery tiró por la vía más fácil, con cierta exageración a la hora de adjetivar el peso político de Llorente dentro de la entidad: «El presidente es el amo y señor. La exigencia es muy alta pero no sólo por que la diga él, también parte desde nosotros».
A Unai parece que no se le escapa su situación. Consciente del déficit actual que supone jugar la Europa League, está de fondo la finalización de su contrato el próximo mes de junio. Hay muchísimo en juego pues. Llorente, dándole más o menos lo que pidió dentro de las limitaciones económicas del verano, ha descargado en él toda la responsabilidad: «Es como el director general, si las cuentas no salen no se puede hacer nada», asegura.
Ahora mismo y tras cubrirse la famosa ampliación de capital, es el rendimiento deportivo la única circunstancia que puede marcar el devenir más cercano de la entidad. Y a eso no escapa el presidente, que agradece la implicación institucional: «Mi mayor miedo es perder partidos. Antes del choque con el Sevilla estuvimos comentando en el consejo esto precisamente, por eso estábamos nerviosos, por ver como el equipo jugaba ante el Sevilla».
Mientras el Valencia vaya acumulando victorias, no hay motivos de alarma. Aún así, no hay que perder de vista la delicada situación económica. Eso, por cierto, empuja a pensar en la posibilidad de contemplar traspasos de algunos cracks. Por si acaso, Llorente matiza al respecto: «No va a haber ninguna salida de ningún jugador en diciembre ni aunque llegue una oferta escandalosamente escandalosa por alguien». Otra cosa bien diferente es que Llorente maniobre una venta de cara a junio. Ya lo hizo una vez con Claudio López.
QUE SI COJONES QUE SI, QUE EL QUE ESTE AQUI JUGANDO CON NUESTRO BOLSILLO QUE LE DEN POR EL CULO Y QUE VAYA PREPARANDO LAS MALETAS COMENZANDO POR UNAI, O CHAMPIONS O NO VALE Y PUNTO.COM.-
HASTA LA FECHA CON UNA POLITICA CORRUPTA DE PRESIDENTES INEPTOS, DEBILES Y CONSECUENTES CON "EL TIRA Y AFLOJA" PARA NO QUEDAR MAL CON NADIE, TENIAMOS UNA AUTENTICA "DENOMINACIÓN DE MIERDA", LO HEMOS DICHO CIEN MILLONES DE VECES, PREFIERO UN TIO AUTORITARIO QUE SE MOJE A MILES DE "CERDILLOS" QUE NO SABEN NI LO QUE TIENEN ESTRE LAS MANOS, POR FIN, UNAI SABE QUE O CHAMPIONS LEAGUE O A LA MIERDA Y SUS JUGADORES O SE ESPABILAN O A TOMAR POR EL CULO.-
O SE ESTA HASTA LA MUERTE O NO, ES SENCILLO LA APUESTA.......
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