El presidente de la Generalitat, Francisco Camps, está "preocupado" por el nombramiento de Társilo Piles como presidente de la Fundación del Valencia porque "su nebuloso pasado y su amistad con El Bigotes (Álvaro Pérez) puede ser una bomba de relojería que explotará más pronto que tarde". Así lo afirmaba ayer Federico Quevedo -ex jefe de prensa de la Conselleria de Hacienda en la época de José Luis Olivas- en un artículo en ElConfidencial.com. Según Quevedo, Camps quiere "limpiar" todo lo relacionado con el caso Gürtel.
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Camps presiona al presidente de la Fundación Valencia CF para que dimita por su amistad con ‘El Bigotes’
El presidente de la Generalitat Valenciana, Francisco Camps, está llevando a cabo una intensa labor de ‘limpieza’ de todo aquello que pueda siquiera relacionarse con el caso 'Gürtel’ que tantos quebraderos de cabeza le ha causado en los últimos meses. Una labor que no solo afecta a la Generalitat, sino también a otras entidades como el Valencia Club de Fútbol, donde su otrora amigo Álvaro Pérez, ‘el Bigotes’, también había metido la cabeza a través de la Fundación.
Dos patronos de la Fundación Valencia CF se han reunido con personas de confianza de Camps para hacerles llegar un dossier e informarles personalmente de su profunda preocupación por el nombramiento de Társilo Piles como presidente de la misma, ya que consideran que su “nebuloso pasado y su amistad con el Bigotes puede ser una bomba de relojería que explotará más pronto que tarde”, según señalan a este diario fuentes próximas a este encuentro. La Fundación controla la mayoría accionarial del histórico club gracias a un préstamo de Bancaja con el aval de 73 millones de euros puestos por la Generalitat Valenciana.
El dossier apunta detalles diversos de la vida de Társilo Piles, algunos de los cuales son de sobra conocidos por el propio Francisco Camps: en cierta ocasión, siendo Társilo Piles concejal del Ayuntamiento de Valencia por Unión Valenciana, y Camps por el PP, el ahora presidente rechazó un viaje a Cuba que debía hacer con el primero al conocer la agenda que había preparado Piles para la ocasión. Álvaro Pérez y Piles coincidieron en el Consejo cuando Juan Villalonga quiso hacerse con el club, pero al fracasar aquella operación ambos abandonaron el equipo. Tiempo después, Piles fue recuperado gracias a los oficios del ex consejero portavoz de la Generalitat, Vicente Rambla, para el Consejo y para la Presidencia de la Fundación Valencia CF.
Ahora, el nuevo ‘núcleo duro’ de Presidencia de la Generalitat, del que ya no forman parte ni Vicente Rambla –que dejó de ser portavoz en la remodelación que hizo Camps este verano-, valedor de Piles, ni Ana Michavila, hermana del ex ministro y hasta ahora su todopoderosa jefa de gabinete, reclama a Camps que intervenga para que Piles abandone el Valencia Club de Fútbol. Algo que, según estas fuentes, puede producirse en las próximas semanas.
Társilo Piles llegó a la política valenciana de la mano del fundador y fallecido presidente de Unión Valenciana, Vicente González Lizondo. Llegó a ser concejal del Ayuntamiento de Valencia y hasta teniente de alcalde del mismo, y dejó el acta después de una campaña electoral en la que de forma unánime los medios de comunicación valencianos denunciaron las dudas que planteaba el fabuloso patrimonio que había acumulado este político, conocido en el mundillo como Tachi El Cubano.
Recuperado por Soler
Después de aquello, Piles se mantuvo en un discreto segundo plano hasta que lo recuperó Bautista Soler para el Consejo del Valencia, del que llegó a ser su portavoz. Una etapa que se recuerda entre los aficionados como la de la separación de tres jugadores emblemáticos de la mejor etapa de la historia del club: Cañizares, Albelda y Angulo. Aunque de esa etapa, siempre según estas fuentes, destaca su vinculación a la decisión del Valencia de aceptar el patrocinio de Valencia Experience en la camiseta del equipo, un asunto oscuro que nunca se llevó al juzgado. El promotor de Valencia Experience, Vicente Sáez Merino, ha sido consultor de cabecera del PP durante muchos años, amigo de Soler y de Piles.
Las dudas sobre la gestión de Piles no se quedan ahí y los patronos de la Fundación han trasladado a Presidencia de la Generalitat su preocupación por el hecho de que se le ceda el control accionarial del club a alguien que en su anterior etapa como consejero y portavoz del Valencia introdujo a un sobrino suyo para ‘controlar’ las obras del nuevo estadio, un negocio de 450 millones de euros. Esta preocupación se extiende al hecho de que Piles pueda tener un papel principal en la venta de las parcelas de Mestalla y en la adjudicación de las siguientes fases del nuevo estadio.
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