El Valencia ha dejado la pelota en el tejado de Juan Soler. Para evitar acudir a la ley concursal, que sigue pululando en el club, el consejo de administración ha comprometido al mayor accionista para que dé el visto bueno a una ampliación de capital, que obviamente deberá aprobarse en la junta general extraordinaria para la que ya se establecido fecha: será el próximo 6 de junio.Es la mejor solución que los dirigentes han encontrado para reflotar a un Valencia económicamente muy grave. Curiosamente utilizan la misma medicina que hace ocho meses recetó Juan Villalonga, cuando aterrizó en el Mestalla vestido de valencianía, decidido a encabezar el camino hacia la supervivencia.El club necesita generar fondos y, dentro del plan de viabilidad en el que trabaja, el consejo de administración ha acordado la ampliación de capital, aunque está supeditada a la inmediata obtención de un préstamo de 50 millones -a un interés por debajo del 8%- para que la sociedad no se paralice, que eso es primordial. Un crédito de una entidad financiera. Entre los consejeros consultados existe total convencimiento que se va a recibir en las próximas horas.La inyección de cash es el primero de los remedios para que el enfermo recupere el pulso, y lleva emparejada la ampliación de capital. Con ella el Valencia pondrá en circulación cerca de dos millones de acciones, que al valor nominal de 48,08 euros supondrán 92 millones, diez veces más del capital social actual, cifrado en 9,2 millones. Como cada accionista podrá comprar diez títulos por cada uno, esto da la opción a los grandes accionistas de mantener su poder en el club.El consejo del Valencia, que el lunes desestimó la venta por cerca de 70 millones de euros de una de las parcelas de Mestalla al empresario alicantino Enrique Ortiz, mañana volverá a reunirse para continuar los deberes. Y entre ellos figura la ratificación de la fecha para celebrar la junta general extraordinaria que, como ya está acordado desde el lunes, se celebrará apenas concluya el campeonato de Liga. El primer sábado de junio. Pero antes de seguir conviene formularse un par de preguntas fundamentales. Vamos con la primera. ¿Soler y Soriano van a permitir una ampliación que dejaría bajo mínimos su poder accionarial? De momento el presidente del Valencia está a favor, aunque tendrá que invertir cerca de diez millones de euros para mantenerse como segundo mayor accionista.En cuanto a Juan Soler, al que el Valencia le ha lanzado un pulso, ayer declinó manifestarse, pero no le va a quedar más remedio que interpretar su papel en el escenario que presentan, y desde luego se convertirá en centro de todas las miradas. En todo caso, el ex presidente deberá desembolsar alrededor de 34 millones de euros si quiere garantizarse la posición como primer accionista de la sociedad, de la que posee un 37 por ciento del capital social.La segunda cuestión estriba en el desarrollo de la ampliación de capital. El Valencia quiere implicar a todos sus aficionados y ha planificado una estrategia para que, tras la inicial ronda de suscripción con derecho preferencial a los antiguos accionistas, acuda el máximo número de nuevos inversores. Para ello someterá a la junta la implantación de medidas más restrictivas para poderse acoger a beneficios en la adquisición de los pases y también para asistir a la juntas generales .Hasta ahora, para disfrutar de un precio especial al renovar el abono anual bastaba con ser poseedor de una acción. El consejo pretende ampliar esa cantidad a un mínimo de 30 títulos (1.442 euros). Al mismo tiempo estudia elevar considerablemente el número exigible para el acceso a las juntas generales. Ahora está fijado en nueve acciones y podría elevarse a al centenar.Hasta ahí, las dos medidas preliminares en las que trabaja el consejo: el crédito y la ampliación de capital. Respecto al préstamo de 50 millones, hoy entra en vigor una modificación de la ley concursal que facilita la refinanciación de las grandes deudas.Se trata de una disposición que, previa concurrencia de una serie de requisitos, permite a las entidades financieras la refinanciación de la deuda con determinados acreedores sin que ello suponga un riesgo o sin que se pueda rescindir la operación, cosa que antes impedía la legislación. En ese caso, el Valencia podría refinanciar su deuda y aumentando la misma, garantizando el pago con hipotecas sobre de todas sus propiedades.Pero las medidas de salvación que engloba el plan de viabilidad valencianista pasan también por la venta de activos y a nadie se le escapa que resulta inevitable rebajar la nómina deportiva; que el club tendrá que desprenderse de algunos futbolistas.Otra de la medidas que no se descarta es la de los préstamos participativos, aunque ahora mismo es una medida que permanece en stand by porque las prioridades y posibilidades son otras.
Ocho meses después de echar a Villalonga
El pasado siempre vuelve. Eso pensará hoy Juan Villalonga allá donde esté. A él los grandes accionistas del Valencia lo echaron del club cuando propuso una ampliación de capital para salvar el club. Y ahora no queda más remedio que abordarla para evitar la ley concursal. Hace ocho meses Juan Soler y Vicente Soriano comunicaron al en ese momento gestor de la entidad la negativa irreversible a la pretendida emisión de títulos. Las sospechas de que los principales accionistas de la sociedad se opondrían a la ampliación de capital se apuntaban desde hace días. Villalonga, sin embargo, no se lo terminaba de creer y en su fuero interno albergaba la seguridad de que conseguiría seguir adelante con su objetivo.Soler y Soriano, en defensa de sus intereses y por creer que no es lo mejor para el Valencia, hicieron causa común y así se lo transmitieron ayer a Villalonga. Soriano explicó a LAS PROVINCIAS los motivos por los que se negaba. "Le hemos dejado claro que de ampliación de capital, nada de nada, de ninguna manera", afirmó. El resultado final fue que Villalonga se fue por donde vino -a Madrid, donde quiere ser presidente del club merengue- y con Soler dando la vara de mando del Valencia a Vicente Soriano. Ahora, ocho meses después, Javier Gómez ha tomado la misma decisión que Villalonga. ¿Quién lo entiende?
2 comentarios:
Yo intento entenderlo .
Ni SOler ni Soriano quieren amplaición de Capital hace ocho meses , pero , ahora si porque Juan Soler va a vender sus acciones ya .
La ampliación de capital es es una forma de forzar tanto a Soler (por parte de Bancaja), como al comprador (por parte de Soler), para cerrar el futuro del Valencia.
Hola fenomeno, no se si estaras conmigo, pero yo pienso que la última equivocación de Soler fue cederle el Gobierno a Soriano, desde aqui y hasta que nos saquen de dudas, seguiremos pidiendo de Presidente a Don Bautista Soler, cuidate y nos vemos el viernes que ya tengo ganas de darte un abrazo.-
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