El presidente del Racing de Santander, Francisco Pernía, debería colgar en su despacho un cuadro con el escudo del Valencia.
El traspaso de Zigic al club de Mestalla se ha convertido en un negocio redondo para los cántabros. En el verano de 2007, Juan Soler compró al serbio por una cantidad desorbitada, unos 14,5 millones de euros, comisiones aparte.
Ahora, 17 meses después, se culmina el chollo: el Racing tiene el dinero en la caja y recupera a Zigic, quien jugará cedido en El Sardinero hasta final de temporada.No acaba ahí la generosidad blanquinegra. El ariete percibe dos millones anuales de ficha. El Valencia, por supuesto, paga la parte correspondiente a los cuatro meses transcurridos desde el inicio de la temporada, pero además debe hacerse cargo de un porcentaje - en torno al 30%- del sueldo que resta hasta que concluya el periodo de cesión.
Aun así, al club que preside Vicente Soriano le quedaban pocas alternativas. Zigic es otro negocio heredado de la etapa de Juan Soler. El serbio no contó para Quique, Koeman y Unai, tiene una ficha muy alta y con el préstamo al Racing el Valencia al menos se ahorra un 70% del dinero que debía abonarle hasta final de temporada, aunque implícitamente esté asumiendo que la de Zigic ha sido otra operación ruinosa.
El delantero balcánico regresa a Santander a regañadientes. Pese a su escaso protagonismo desde que llegó a Mestalla, siempre ha creído en sus posibilidades de triunfar en el Valencia. Ya en diciembre del año pasado renunció a enrolarse en la Real Sociedad, donde Iñaki Badiola quería convertirlo en su bandera de cara al asalto a la presidencia del club donostiarra.
Esta temporada la situación no ha cambiado para Zigic con la llegada de Unai. El vasco le declaró transferible y el Stoke City estuvo a punto de contratarlo. Ofreció nueve millones por él, más otra cantidad variable en función de determinados objetivos deportivos. La operación se rompió cuando estaba a punto de cristalizar.Con el mercado veraniego a escasas horas del cierre, Valencia y Racing alcanzaron un acuerdo total que debía desembocar en la cesión del serbio a su club de origen.
Sin embargo, Zigic anhelaba seguir en Mestalla y protagonizó una espantada en toda regla. Aprovechando un compromiso de su selección, permaneció ilocalizable y abortó así el traspaso.Con la reapertura del mercado, los clubes han reeditado su acuerdo, a expensas de que esta vez Zigic diera el visto bueno. Nada parecía cambiar. El jugador se obstinaba en quedarse en Valencia. "Yo quiero jugar aquí", indicaba el sábado por la noche en Barajas, al regreso de Madrid, mientras señalaba orgulloso el escudo del club. "Demostraré que puedo ser útil", proclamaba el martes en una entrevista concedida a LAS PROVINCIAS. Pero al final tuvo que dar su brazo a torcer.
Cita en el hotel Sheraton
El cambio de opinión se fraguó el miércoles, víspera de Navidad, en una habitación del hotel Sheraton de París. Allí se reunió Francisco Pernía con el jugador y su representante, Milan Calasan. Ambos hicieron ver a Zigic que debía emigrar para no estancarse deportivamente. Y el gigante serbio dio el visto bueno.
El acuerdo Racing-Valencia incluye una cláusula que impedirá al futbolista jugar contra el equipo blanquinegro tanto en el compromiso liguero de El Sardinero como en el doble enfrentamiento copero. Además, el Racing aceptó no airear la operación hasta que la anuncie oficialmente el Valencia, que ayer no quiso darla por cerrada, al ser un día festivo sin actividad en los despachos.
Hoy comprobará si todos los papeles están en regla.La cesión de Zigic sirve además para saldar la deuda pendiente desde el fichaje de Mario Regueiro, otro negocio redondo del club santanderino con el Valencia de Soler como generoso comprador. El Racing presentó una denuncia contra la entidad que entonces presidía el constructor, a la que demandaba 1,6 millones de euros, y un acuerdo entre ambos mandatarios dejó la deuda blanquinegra en unos 800.000 euros. Fuentes próximas al Racing aseguran que, al margen del regreso de Zigic, el Racing también ingresa esa inesperada paga navideña.
El goleador se encuentra en Belgrado con su familia. Si se cumple el guión, tantas veces trastocado en el caso Zigic, regresará hoy o mañana a Valencia para dejar todo atado antes de partir hacia Santander, donde aterrizará este fin de semana y probablemente sea presentado el lunes junto a Toni Moral, ex del Alavés.El paso de Zigic por el Valencia es un cúmulo de luces y sombras.
En apariencia el internacional ha fracasado, ya que ningún entrenador contó con él pese a su condición de fichaje estrella en el último proyecto de Juan Soler. Pero los números abren un interrogante sobre si el jugador ha sido un fiasco o si sencillamente no le han dejado triunfar. En temporada y media apenas ha dispuesto de 1.096 minutos, en los que marcó nueve goles. La media, un tanto cada 137 minutos, cifra más que respetable.
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