Acosado por las deudas y sin liquidez para hacer frente a los gastos inmediatos, el Valencia vislumbra desde ayer un resquicio para la esperanza. Vicente Soriano cree haber encontrado la vía para desbloquear la negociación con Bancaja y obtener el crédito de 100 millones de euros que de momento no puede concederle la caja de ahorros.
La solución está en manos del futuro comprador de las parcelas de Mestalla.
Una de las exigencias planteadas por la entidad financiera en la cumbre del pasado lunes fue ver el documento de compraventa firmado en Londres y exhibido por el vicepresidente Miguel Zorío en la última junta general del Valencia.
Esto vulneraba hasta ayer las escrupulosas cláusulas de confidencialidad incluidas en dicho compromiso. Pero ya no es así, según confirmaron a LAS PROVINCIAS fuentes próximas a la operación, puesto que la enigmática firma ha autorizado a Soriano a que muestre el acuerdo a Bancaja y a las instituciones valencianas. Incluso está dispuesta a dar la cara en esas reuniones a través de un portavoz oficial.No es una concesión gratuita.
Ambas partes necesitan apoyarse en la buena fe de su socio. Si el Valencia requiere de algún modo que el futuro comprador salga a la luz en un círculo privado, este también afronta una difícil coyuntura. La operación de venta de los solares de Mestalla se ha complicado.
La firma con la que se apalabró en Londres la transacción no se ha echado atrás, pero al igual que el Valencia tiene serios problemas de liquidez. Afrontó unas inversiones en Asia que no han generado los resultados previstos y ello ha conducido a sus directivos a pedir al club blanquinegro una moratoria en el calendario de pagos.
No podrá mover ficha al menos hasta después de enero, pese a que el 31 de diciembre era la fecha límite fijada para la fumata blanca. Sin embargo, con su voluntad de dar un paso al frente ofrecerá argumentos a Bancaja para contrarrestar las directrices del Banco de España y conceder al Valencia el dinero que necesita. Además, esto supondrá un respaldo vital para la gestión de Vicente Soriano, quien podrá demostrar que el efervescente optimismo con el que accedió a la presidencia estaba justificado.
Bancaja permanece ajena
Mientras tanto, Bancaja permanece ajena a los planes del Valencia. Ni sabe de fechas para una nueva reunión ni tiene constancia de que nada haya cambiado. Será el lunes o el martes cuando conozca la identidad del comprador, llave para la concesión del ansiado crédito que disipará los nubarrones justo cuando Vicente Soriano comenzaba a pensar que la letal herencia que le dejó Juan Soler pesa más que sus buenas intenciones.
Las discrepancias con Bancaja han sido el último mazazo para el Valencia, pero antes hubo algún otro no menos trascendente. Como el que tuvo a la firma IMG como protagonista. El Valencia, ya en la época de Juan Soler, barajaba la opción de alquilar de forma anticipada los palcos VIP del nuevo estadio durante un periodo de tiempo de entre 10 y 15 años, lo que generaría ingresos suficientes para pagar buena parte de las obras.
No era una idea revolucionaria ni descabellada, ya que una fórmula similar a esta se empleó con el nuevo Wembley. Pero la crisis económica mundial también ha truncado la iniciativa, echando por tierra la semana pasada el esperanzador acuerdo alcanzado con IMG, una de las empresas que participaron en el primer concurso de proyectos para el campo de la avenida de las Cortes.
Cuando esta firma se comprometió a alquilar los palcos VIP del Valencia contaba con el importante respaldo financiero de Goldman Sachs, uno de los bancos que han salido malparados en Estados Unidos. Según revela el Wall Street Journal, Goldman Sachs ha cerrado el cuarto trimestre con pérdidas de 2.000 millones de euros y de cinco dólares por acción.
Roto el acuerdo con IMG, Miguel Zorío busca desesperadamente otra multinacional.Llegados a este punto, aparecía en el horizonte la figura jurídica de del proceso concursal, equivalente a la antigua suspensión de pagos. Son demasiados los obstáculos: las empresas que construyen el nuevo estadio no cobran desde abril, pese a que Soriano las calmó con un nuevo calendario de pagos, y en febrero hay que desembolsar unos 40 millones destinados a la plantilla.
Para salir al paso de especulaciones, Javier Gómez, director financiero blanquinegro y uno de los protagonistas de las negociaciones con Bancaja, leyó ayer un comunicado oficial con el que el Valencia buscó algo de tranquilidad. Gómez subrayó que el club "tiene definido un plan de viabilidad económica", aseguró que no está en quiebra, hizo un guiño a las entidades financieras "que han demostrado su apoyo" y pidió la unión del valencianismo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario