Vulnerable en defensa, el equipo se queda seco de cara a gol | Desde el cambio de siglo sólo hay dos temporadas con peor balance ofensivo
JOSÉ MOLINS | VALENCIA..-
Los problemas del Valencia con el gol crecen en cada partido. El encuentro de La Rosaleda expuso la enorme carencia anotadora del equipo, que dispuso de numerosas ocasiones para llevarse la victoria pero en ninguna tuvo el acierto necesario para marcar. El duelo puso de manifiesto un grave problema que arrastra el conjunto blanquinegro durante toda la temporada y que le lleva a sumar su tercera peor marca goleadora de los últimos quince años.
En 20 jornadas el equipo valencianista ha anotado 26 tantos, uno menos que el año pasado a estas alturas. Sólo en la temporada 2007-08, en medio del drama de Koeman, las estadísticas fueron peores, con 22 goles. Y después hay que remontarse hasta la 2001-02 para encontrar unas cifras peores las actuales, con 23. Precisamente en aquel momento el equipo iniciaba su remontada que acabaría siendo triunfal. Pero en ese instante nadie hubiera imaginado que el Valencia de Rafa Benítez ganaría aquella Liga.
Este dato podría albergar esperanzas al actual equipo, aunque hay una importante diferencia. En esa campaña el equipo sólo llevaba 17 goles recibidos, mientras que ahora ha recogido 31 veces el balón de la red. Con lo cual el problema se agudiza, ya que no sólo afecta al ataque, sino también a la defensa. Sólo el año pasado y en aquella infausta campaña de Koeman el equipo encajó a estas alturas de la Liga más goles de los que marcó.
En Málaga se consiguió frenar esa sangría en el área propia, con buenas paradas de Diego Alves, especialmente la última, pero ante la meta contraria sigue el desacierto. Jonas dispuso de al menos tres ocasiones muy claras que desperdició. El brasileño es el máximo anotador, con mucha diferencia, del Valencia con ocho tantos, aunque tres de ellos los marcó en el mismo encuentro.
El problema es que el resto de la plantilla está a mucha distancia. Los dos fichajes que sustituyeron a Soldado y Valdez no han dado buen rendimiento y las diferencias con ambos delanteros son abismales. Pabón y Hélder Postiga suman tres goles cada uno y ya han perdido la titularidad. Con decir que el central Ricardo Costa ha marcado los mismos tantos que ellos es suficiente. Hasta el punto que el colombiano puede marcharse en este mercado de invierno. Ya lo podría haber hecho de no ser por un problema burocrático.
La aportación anotadora del punta portugués se frenó en seco en la tercera jornada de Liga. Marcó ante el Espanyol y el Barcelona y desde entonces, sólo el gol del empate ante el Atlético en la ida de la Copa ha sido todo su bagaje. Muy pobre. Pero tampoco funciona Paco Alcácer, que no se ha estrenado en la Liga. El único que se salva es Piatti, que no contaba este verano, pero que ahora vive un gran momento y lleva dos tantos.
Y el problema se agrava con la segunda línea, que ha sido la salvación en otras temporadas en las que la delantera no ha sido goleadora, como ocurrió en la primera Liga de Benítez. En la actualidad, de los centrocampistas el máximo anotador es Feghouli, con solo dos goles. Parejo y Banega han visto puerta una vez, mientras que otros como Canales, Míchel o Fede no han visto puerta en el torneo regular.
El año pasado Soldado llevaba diez goles, pero aportaba una referencia ofensiva muy poderosa de la que ahora carece el equipo. Y Postiga anotó siete, lo que confirma su mala campaña actual. El valenciano suma cinco con el Tottenham en la Premier, y es que ni a él le está yendo bien sin el Valencia ni al club sin él.
Lo cierto es que el equipo de Pizzi dio buena imagen ante el Málaga, con intensidad y dominio a base de su juego combinativo, y la sensación general en la expedición valencianista durante el regreso era que no se podía hacer más para haber ganado y que sólo falló la puntería y el árbitro con ese gol anulado.
En cualquier caso, el Valencia suma 247 minutos seguidos sin marcar entre Liga y Copa, desde que Parejo lo hiciera en Balaídos, una dinámica que debe acabar en Mestalla el sábado ante el Espanyol para reengancharse a una zona europea que se escapa. Fuera de casa el 'efecto Pizzi' ha perdido mucho fuelle, pero el camino debe ser el mismo que el trazado en La Rosaleda. Con esa intensidad y ese buen juego, los goles tarde o temprano llegarán, aunque el equipo no tiene mucho tiempo que perder para reaccionar.
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