La due diligence a la que ha sido sometido el club blanquinegro destapa todos los sueldos de la plantilla y el cuerpo técnico | Ricardo Costa, Soldado y Jonas, los mejores pagados en la pasada temporada
JUAN CARLOS VALLDECABRES | VALENCIA.- Una de las cosas que más se está echando en falta esta temporada en el Valencia es un líder -de los de verdad- dentro del vestuario. Tras la marcha por diferentes motivos de Albelda y Soldado, desapareció esa figura. Pues bien, según ha podido saber LAS PROVINCIAS, la due diligence a la que ha sido sometido el Valencia por parte de KPMG hace especial hincapié en un hecho cuanto menos sorprendente. En el informe elaborado por esta consultora se refleja que Albelda y el club tenían pactado un contrato que concluía el 30 de junio de 2014 con un salario superior a los 1,5 millones de euros brutos, primas al margen.
El apunte de la duración contractual choca frontalmente con lo que ocurrió entre el ya exfutbolista y la entidad. Siempre se dijo, una versión que tanto el antiguo consejo como el nuevo sostuvieron y también mantuvo el propio afectado desde el primer momento, que Albelda finalizaba su vinculación con el Valencia en junio de 2013 y que su deseo para seguir vistiendo de blanquinegro era sentirse útil para el equipo y no sólo estar por estar. Por eso cuando aterrizó Amadeo Salvo en la entidad una de las primeras 'patatas calientes' que encontró para resolver era decidir qué iba a pasar precisamente con Albelda y su peculiar situación.
El presidente tiró por la calle de en medio y dejó que el entonces director deportivo, Braulio Vázquez, y el nuevo entrenador, Miroslav Djukic, acordaran si Albelda entraba o no realmente en el proyecto para el presente ejercicio. La decisión final fue no ofrecerle la renovación, pese a la buena labor de la última campaña y el peso específico que siempre ha tenido dentro del vestuario. El de Pobla Llarga, finalmente, decidió retirarse del fútbol en activo, sin que haya quedado del todo claro si su adiós irá finalmente acompañado de un partido de homenaje.
El examen confeccionado por KPMG, cuyo periodo de estudio concluye en junio de 2013, da por sentado que el contrato que firmó Albelda comenzaba su vigencia el 21 de diciembre de 2011 y se prolongaba hasta el 30 de junio de 2014. De hecho, para esta última campaña se debía proceder a cuatro pagos: el 31 de julio tocaban 400.000 euros brutos; el 1 de noviembre 375.000; el 1 de febrero de 2014 otros 425.000 y el 1 de julio los últimos 327.000 euros. Todo en bruto, como los 4.400 euros mensuales.
Pero no acaba ahí la sorpresa. A la hora de ofrecer el detalle de las indemnizaciones que tuvo que pagar el Valencia en la temporada 2012-13, en la lista que detalla la consultora incluye el apunte de Albelda por un importe de 1,4 millones de euros. En esa relación figuran también, entre otros, el pago de 1,8 millones a 'Chori' Domínguez; los 1,3 millones por el despido de Pellegrino (hay un calendario de pagos establecido que aún está vigente), y los 375.000 euros para el ya por entonces barcelonista Jordi Alba.
Los ayudantes de Pellegrino tampoco escapan al examen de la consultora, que recoge los 369.000 euros de Compagnucci o los 365.000 de Macaya; así como los 240.000 que hubo que pagar a Montoro y la estimación de la indemnización a Antonio Costa: 174.000 euros. Entre unas cosas y otras, el Valencia tuvo que hacer frente en esta pasada campaña a 6,4 millones de euros en pagos por este concepto, casi un millón más pese a la profunda crisis que el ejercicio anterior (5,6 millones). Y eso que en la 2011-12 hubo pellizcos importantes como los 1.173.000 euros que se tuvo que pagar a Javier Gómez.
Desde luego, el gran problema con que se encuentra el Valencia es la dificultad de generar ingresos para sostener los salarios de una plantilla que, además, está rindiendo todavía por debajo de lo que cabía esperar.
En las cifras de la temporada anterior, es decir de la 2012-13, en el top de este ranking elaborado por KPMG entre salario, primas y derechos de imagen se encontraba Ricardo Costa con 3,7 millones de euros.
Polémica herencia
Los blindajes que dejó firmados Manuel Llorente
A Manuel Llorente, en las últimas juntas se le ha criticado duramente que tuviera que pagar por el adiós de Javier Gómez. Además, siempre se le echó en cara su sueldo (empezó cobrando 330.000 euros, pasó a 343.500 y luego a 339.667), pero una de las cuestiones que más molestó al consejo de Salvo es encontrarse a su llegada con un grupo de trabajadores cuyos contratos estaban blindados.
Llorente, cuando se le afeó esta circunstancia, siempre argumentó que la maniobra se hizo para compensar, de alguna forma, las cantidades que percibían los afectados que no eran -teóricamente- las que debían cobrar por su valía (estaban por debajo). Pues bien, Lim, TPG o cualquiera de los otros cantidatos se encontrarán con esta herencia dejada por el expresidente. KPMG pone el dedo con crudeza en estos cargos a los que no califica de 'alta dirección' y destaca que la suma total de acuerdo a su despido anterior hubiera sido de 655.737 euros y se pasó, tras el pacto, a 1.902.561 euros, casi el triple.
Primero destaca KPMG la fecha de los blindajes, a partir del 1 de enero de 2012; luego menciona que no consta «la existencia de acuerdo del consejo de administración», ni tampoco las «causas» para estas cláusulas o el «incremento de las retribuciones». Y finalmente considera que no que encaja este hecho en la «situación económica» tan delicada que atraviesa el Valencia, llegando incluso a apuntar en una de sus reflexiones que tales cláusulas no son habituales en estos contratos.
Por lo que respecta a ese grupo de personal ejecutivo, KPMG llega a ampliar su estudio recogiendo específicamente de un lado lo que firmó Llorente y, por otro, lo que según las condiciones normales laborales habría pertenecido a cada afectado en caso de despido. Lo más llamativo es que a Braulio le tocaban 111.917 euros y pasó a 800.000. Como coordinador de la secretaría técnica percibía 200.000 euros brutos y tenía firmado hasta 2017.
El otro foco de atención se refiere al caso de Inmaculada Ibáñez, la actual directora financiera. Se señala que tiene una remuneración bruta de 125.000 euros pero se le reconoce una gratificación extraordinaria de 50.000 euros que le fue abonada en diciembre de 2012. Pasaría de percibir por despido legalmente 191.952 euros a los 375.000.
En ese grupo de trabajadores afectados por esta revisión aparece como el más beneficiado con 174.000 euros en lugar de 46.550 Ochotorena (preparador de porteros); seguido de Damià Vidagany (director de comunicación); Voro (delegado del equipo); Jordi Bruixola (Relaciones Externas); Domingo Catoira (secretaría técnica); Alberto Gil (fútbol base) y por último Pablo J. Rodríguez (técnico de captación).
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