El vestuario al completo trasladó su malestar al club por el pésimo estado en el que se encuentra el césped de Mestalla
ANDRÉS GARCÍA La plantilla del Valencia tiene miedo al césped de Mestalla. Los jugadores se quejaron de mal estado del césped tras el partido del Trofeo Taronja contra el Oporto. Aquel día mostraron su preocupación de forma aislada. El pasado jueves fue diferente. El vestuario en grupo, en voz de sus capitanes, trasladó su malestar al club. Se quejan de que el césped se levanta, denuncian que están corriendo un riesgo serio de lesión y exigen, antes de que haya que lamentar una desgracia, que se mejore antes del partido contra el Deportivo de la Coruña o que se cambie cuando el calendario lo permita.
Los jugadores del Valencia no ven mejoría en el estado del césped. Todo lo contrario. Consideran que el pasado jueves contra el Tottenham la hierba de Mestalla estab aún peor que la semana anterior ante el Oporto. Fue aquella noche cuando saltó la alarma. Soldado y Guardado, entre otros, se quejaron públicamente del estado del césped. El club se reunió con los responsables del césped de Mestalla y se adoptaron las medidas necesarias para que en el próximo partido la hierba tuviera un mejor aspecto. Desgraciadamente, no fue así.
Uno de los primeros en darse cuenta fue el propio Pellegrino. El Flaco saltó al césped durante el calentamiento para inspeccionar personalmente el estado del césped. Lejos de mejorar, como decían los jugadores, había empeorado. De hecho, se tomó la decisión de que no fuera regado como habitualmente. Y es que, cuanto más mojada está la superficie más peligroso se convierte. Los jugadores reconocen que el césped a primera vista presenta un buen aspecto en su superficie, pero que es la base de tierra inferior la que está fallando. El césped no agarra y los pies se deslizan. Afortunadamente no hubo que lamentar ningún lesionado en las filas de ninguno de los dos equipos, pero los jugadores recordaron las desgracias de Éver y Canales de la temporada pasada, a pesar de que la lesión de Ever no se produjo precisamente en el interior de un terreno de juego sino que se produjo al ser atropellado por su propio vehículo en una estación de servicio, la de Sergio Canales si pudo tener como una de las causas el mal estado en el que se encontraba el césped de Mestalla por aquellas fechas. Por tanto los futbolistas o quieren que se repitan casos similares y por eso exigen cambios a los responsables del césped. Y cuanto antes mejor. La misma preocupación reside en el seno del club. Llorente y los responsables del césped -incluída la empresa especializada- se han dado un plazo. Si la hierba no mejora habrá que tomar las medidas que ya se empiezan a demandar desde el vestuario.
ANDRÉS GARCÍA La plantilla del Valencia tiene miedo al césped de Mestalla. Los jugadores se quejaron de mal estado del césped tras el partido del Trofeo Taronja contra el Oporto. Aquel día mostraron su preocupación de forma aislada. El pasado jueves fue diferente. El vestuario en grupo, en voz de sus capitanes, trasladó su malestar al club. Se quejan de que el césped se levanta, denuncian que están corriendo un riesgo serio de lesión y exigen, antes de que haya que lamentar una desgracia, que se mejore antes del partido contra el Deportivo de la Coruña o que se cambie cuando el calendario lo permita.Los jugadores del Valencia no ven mejoría en el estado del césped. Todo lo contrario. Consideran que el pasado jueves contra el Tottenham la hierba de Mestalla estab aún peor que la semana anterior ante el Oporto. Fue aquella noche cuando saltó la alarma. Soldado y Guardado, entre otros, se quejaron públicamente del estado del césped. El club se reunió con los responsables del césped de Mestalla y se adoptaron las medidas necesarias para que en el próximo partido la hierba tuviera un mejor aspecto. Desgraciadamente, no fue así.
Uno de los primeros en darse cuenta fue el propio Pellegrino. El Flaco saltó al césped durante el calentamiento para inspeccionar personalmente el estado del césped. Lejos de mejorar, como decían los jugadores, había empeorado. De hecho, se tomó la decisión de que no fuera regado como habitualmente. Y es que, cuanto más mojada está la superficie más peligroso se convierte. Los jugadores reconocen que el césped a primera vista presenta un buen aspecto en su superficie, pero que es la base de tierra inferior la que está fallando. El césped no agarra y los pies se deslizan. Afortunadamente no hubo que lamentar ningún lesionado en las filas de ninguno de los dos equipos, pero los jugadores recordaron las desgracias de Éver y Canales de la temporada pasada, a pesar de que la lesión de Ever no se produjo precisamente en el interior de un terreno de juego sino que se produjo al ser atropellado por su propio vehículo en una estación de servicio, la de Sergio Canales si pudo tener como una de las causas el mal estado en el que se encontraba el césped de Mestalla por aquellas fechas. Por tanto los futbolistas o quieren que se repitan casos similares y por eso exigen cambios a los responsables del césped. Y cuanto antes mejor. La misma preocupación reside en el seno del club. Llorente y los responsables del césped -incluída la empresa especializada- se han dado un plazo. Si la hierba no mejora habrá que tomar las medidas que ya se empiezan a demandar desde el vestuario.
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