El equipo valencianista está ahora al nivel del campeón de Liga y de la Champions.
D. RODRÍGUEZ La clasificación liguera no engaña. Solo el enrachado Real Madrid, ayudado por algunas decisiones polémicas —como las manos de Higuaín en Mestalla—, se encuentra ahora mismo un paso por encima del Valencia. Seis victorias en las últimas siete jornadas han puesto a los de Unai Emery incluso al nivel del todopoderoso Barça, actual campeón de Liga y Champions, al que perfectamente podrían arrebatar la segunda plaza en lo que resta de 2011. Los culés todavía tienen un punto de ventaja, pero vienen de perder la imbatibilidad frente al Getafe y deben hacer frente a sus actuales dudas y a un calendario muy ajetreado.
Si las sensaciones azulgranas no son las mejores, los de Mestalla transmiten que tienen margen para «seguir creciendo y superando pruebas». Ese es el reto que se ha marcado el propio entrenador, tal y como ayer escribió en su web oficial. Y es que una vez superado un final de septiembre e inicio de octubre negativo —con un único triunfo en siete encuentros oficiales—, los valencianistas están lanzados. Parecen haber alcanzado una madurez desconocida en los últimos años, con una mezcla más que interesante entre goleadas espectaculares, como la de Genk, o victorias sufridas, como la del pasado sábado en Vallecas.
Emery ha dado con la tecla para equilibrar ataque y defensa. Nunca antes, con él en el banquillo, los blanquinegros habían dado tanta sensación de seguridad. Sus números, por eso, están a la altura de un equipo cuyo presupuesto es cuatro veces superior, y que este curso se ha gastado el doble en fichajes. Porque Alexis y Cesc, solitos, han costado al menos 65 millones de euros —por incentivos, la cantidad aún podría aumentar en otros 11—, por los 32,5 desembolsados por el Valencia por Diego Alves, Rami, Piatti, Canales, Víctor Ruiz, Barragán y Parejo.
El enfrentamiento directo del 21 de septiembre, en Mestalla, es otra prueba de la igualdad existente en este momento entre las prestaciones blanquinegros y azulgranas. Aquel día, los de Guardiola pudieron ganar en el último tramo, pero quienes fueron superiores y merecieron el triunfo durante gran parte del choque fueron los de Emery. Al final, el resultado fue de empate.
Si el pasado reciente ofrece conclusiones interesantes, el futuro inmediato se presenta igual de atractivo. El Valencia tiene una ocasión inmejorable de refrendar el salto de calidad dado en lo que resta de 2011. Por un lado está el cara o cruz ante el Chelsea, en el que se juega la clasificación para octavos de Champions. Por otro, el estreno copero, ante un rival menor, como el Cádiz. Y sobre todo, tres duelos ligueros teóricamente accesibles, con visita al Benito Villamarín, y el Espanyol y en Málaga en Mestalla.
Las aspiraciones de los Emery estarán en cierta manera en juego también el 10-D en el Bernabéu, en el duelo entre primero y segundo, Madrid y Barça. Los culés disputarán después el Mundialito de Clubes en Japón; para hacerlo, esta semana tienen doble compromiso liguero, ante Rayo y Levante.
http://www.superdeporte.es/valencia/2011/11/28/valencia-altura-barcelona/146024.html?utm_source=rss
D. RODRÍGUEZ La clasificación liguera no engaña. Solo el enrachado Real Madrid, ayudado por algunas decisiones polémicas —como las manos de Higuaín en Mestalla—, se encuentra ahora mismo un paso por encima del Valencia. Seis victorias en las últimas siete jornadas han puesto a los de Unai Emery incluso al nivel del todopoderoso Barça, actual campeón de Liga y Champions, al que perfectamente podrían arrebatar la segunda plaza en lo que resta de 2011. Los culés todavía tienen un punto de ventaja, pero vienen de perder la imbatibilidad frente al Getafe y deben hacer frente a sus actuales dudas y a un calendario muy ajetreado.Si las sensaciones azulgranas no son las mejores, los de Mestalla transmiten que tienen margen para «seguir creciendo y superando pruebas». Ese es el reto que se ha marcado el propio entrenador, tal y como ayer escribió en su web oficial. Y es que una vez superado un final de septiembre e inicio de octubre negativo —con un único triunfo en siete encuentros oficiales—, los valencianistas están lanzados. Parecen haber alcanzado una madurez desconocida en los últimos años, con una mezcla más que interesante entre goleadas espectaculares, como la de Genk, o victorias sufridas, como la del pasado sábado en Vallecas.
Emery ha dado con la tecla para equilibrar ataque y defensa. Nunca antes, con él en el banquillo, los blanquinegros habían dado tanta sensación de seguridad. Sus números, por eso, están a la altura de un equipo cuyo presupuesto es cuatro veces superior, y que este curso se ha gastado el doble en fichajes. Porque Alexis y Cesc, solitos, han costado al menos 65 millones de euros —por incentivos, la cantidad aún podría aumentar en otros 11—, por los 32,5 desembolsados por el Valencia por Diego Alves, Rami, Piatti, Canales, Víctor Ruiz, Barragán y Parejo.
El enfrentamiento directo del 21 de septiembre, en Mestalla, es otra prueba de la igualdad existente en este momento entre las prestaciones blanquinegros y azulgranas. Aquel día, los de Guardiola pudieron ganar en el último tramo, pero quienes fueron superiores y merecieron el triunfo durante gran parte del choque fueron los de Emery. Al final, el resultado fue de empate.
Si el pasado reciente ofrece conclusiones interesantes, el futuro inmediato se presenta igual de atractivo. El Valencia tiene una ocasión inmejorable de refrendar el salto de calidad dado en lo que resta de 2011. Por un lado está el cara o cruz ante el Chelsea, en el que se juega la clasificación para octavos de Champions. Por otro, el estreno copero, ante un rival menor, como el Cádiz. Y sobre todo, tres duelos ligueros teóricamente accesibles, con visita al Benito Villamarín, y el Espanyol y en Málaga en Mestalla.
Las aspiraciones de los Emery estarán en cierta manera en juego también el 10-D en el Bernabéu, en el duelo entre primero y segundo, Madrid y Barça. Los culés disputarán después el Mundialito de Clubes en Japón; para hacerlo, esta semana tienen doble compromiso liguero, ante Rayo y Levante.
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