Parecíamos el Barça

FERNANDO GÓMEZ COLOMER | .-

Sin buscarlo (quien me conoce bien sabe que me gusta pasar inadvertido en casi todo lo que hago y la discreción es uno de mis principios de conducta), estoy sufriendo en mis carnes, sobre todo en las últimas semanas y a raíz de alguno de los comentarios que realizo en estos artículos postpartido en LAS PROVINCIAS, la confirmación de aquel dicho popular que reza: «Que hablen de ti, aunque sea mal». Ahora bien, si soy criticado por aquellos que consideran que, por ejemplo, el que Stankevicius no pueda jugar la Champions es un descuido y no un error, o que hablan desde el desconocimiento sin ni siquiera contrastar la información que les llega, no hay ningún problema. Más vale callar y parecer tonto que abrir la boca y demostrarlo.

Es más, consideran que Fernando Gómez, al que catalogan de historia del Valencia CF, no puede hablar de esta manera. Y yo me pregunto: ¿Dónde estaban ellos cuando, todos a una en el club, aquellos que nunca formarán parte de esa historia a la que tanto se agarran para criticarme me dejaron como una auténtica mierda basando sus comentarios en mentiras y valoraciones indemostrables? No he oído nunca criticarles. Pero claro, ellos están en el poder y yo ya no. Hay mucho ventajista. Estas son mis opiniones, personales e intransferibles.

Sin ánimo de ofender a nadie. Bastante imparcial estoy siendo. Siempre disculpo, salvo excepciones, a los futbolistas y al entrenador, porque yo he jugado a esto, «aunque no haya ganado ningún título como jugador». Sin embargo, y doy gracias a Dios, a mi familia y a mis colaboradores por ello, como director deportivo no he dejado de tener éxito. A las pruebas me remito. Dejémoslo aquí y ojalá a partir de hoy se respiro más justicia con los que, como yo, no somos actualidad.

Sinceramente, ¿qué valoración debemos hacer de estas tonterías cuando ayer mismo te enteras del fallecimiento de Dean Richards, exjugador de los Wolves, a los 36 años después de una larga enfermedad? Un tipo de más de 1'90 y con unas espaldas más anchas que las columnas de Mestalla. Y una humanidad fuera de lo normal, discordante con su monumental apariencia. Una grandísima persona y un compañero espectacular. Para vosotros un absoluto desconocido, para mí el recuerdo de alguien que no pasó inadvertido. Compartí vestuario durante un año con él. No vale la pena. Dos grandes pérdidas en pocos días, la suya y por encima de cualquier otra la de Alejandro López Ufarte, el hombre tranquilo. A quién conozcas, ojalá tenga el carácter que tenía Alejandro. Tendrás una relación sincera y sin fisuras. En fin, hablemos del partido.

Estaba comentando el encuentro para Punto Radio y dije al descanso que el Valencia, a pesar de que iba por debajo en el marcador, me estaba gustando. Tuvimos algunos problemas en defensa debido a los desmarques de Toquero y al trabajo de su punta de referencia, Fernando Llorente, pero se jugó con personalidad, se mantuvo la pelota, se combinó con acierto y se profundizó, cuando se pudo, con verdadero peligro.

Y si comenté eso hablando de la primera mitad, imaginad lo que pude decir de la tremenda segunda parte que disputaron los futbolistas de nuestro equipo. Me pareció estar contemplando al Barcelona. Jugábamos en campo contrario, teníamos siempre la pelota, robábamos con facilidad y dábamos sensación de inminente peligro.

Los centrales se comportaron mejor en esta segunda parte. Topal volvió a realizar otro extraordinario partido, con y sin la pelota, y Mata y Joaquín, este último principalmente, resultaron absolutamente desequilibrantes. Qué bien está el andaluz. Probablemente su mejor temporada con el Valencia.

Muy buenos minutos de Tino Costa, aplicando al juego algo que no se había producido durante su ausencia en los primeros 75 minutos: el disparo desde fuera del área. Y finalmente Jonas. Aunque el gol fuera sencillo, también vale. Supo intuir el posible mal despeje de Iraizoz, acudir al rechace y empujarla al fondo de las mallas. Gol que sirve para lograr una victoria vital ante el calendario que se avecina y una ventaja que permite afrontar el compromiso ante el Barcelona con seguridad y confianza.